Desde el anuncio de la programación del Ciclo de San Isidro 2016 para la Sala García Lorca, de la Fundación Casa Patas, sabíamos que la del Viernes 13 iba a ser una noche muy especial.

Simplemente la idea de una sola guitarra, sin acompañamiento de ningún tipo, ni por supuesto amplificación, ya es tremendamente atractiva, pero cuando el guitarrista es Rafael Riqueni, se convierte en una noche que uno no se puede perder.

Maestro de maestros, comenzó su recital por Taranta y continuó por Soleá. Salió al escenario muy contento por estar en Madrid de nuevo y tan acompañado, la García Lorca estaba a reventar y con mucha emoción dedicó la Rondeña a su hijo Rafael, entre los allí presentes.

La antesala del descanso vino con Soleá por Bulerías. Tras muy pocos minutos volvía por Fandangos, los que le dedica en su disco «Juego de Niños» al Niño Miguel.

«Cogiendo Rosas» es el título de un Trémolo incluido en su próximo trabajo musical que interpretó de forma magistral. No habían acabado los homenajes, era el turno ahora de acordarse de Paco de Lucía, por Granaína, con «Reflejo de Luna» y el final por Bulerías, las del «Romero Verde», versionando a su amigo Manuel Molina, y haciendo cantar a su guitarra por Lole.

Tras la ovación y el público en pie volvió para el bis, con una Canción de Amor, «Esa Noche», incluida en su disco «Alcázar de Cristal». Así quiso el maestro terminar, con un exceso de sensibilidad que dejó en todo lo alto la magia creada. La flamencura elevada a su máxima potencia. Así quiso terminar «Esa Noche» que para nosotros queda.

«Esa Noche» en la que disfrutamos de esta leyenda viva, de la que posiblemente sea la mejor de las guitarras que nos quedan. «Esa Noche» llena de emociones, de pasión, de amor, de Flamenco expresado a través del alma de seis cuerdas, «Esa  Noche»!

Foto de archivo de Carmen Fernández – Enríquez.