1 de Julio de 2017, con la presencia a nivel nacional de los homenajes rendidos a Camarón por el 25 Aniversario de su partida, Jerez de la Frontera homenajeaba a otro de los grandes, esta vez de la guitarra, el Eterno Moraíto Chico.
Y para rendirlo tributo a él la manera no podía ser otra que la que fue, una gran Fiesta Flamenca en la Plaza de Toros que daba lugar a la I Edición del Festival Flamenco Gran Reserva. Por allí pasaron una cantidad de artistas innumerables, primeras figuras y por supuesto, su hijo, Diego del Morao, del que sus compañeros destacan haber dado un giro más allá a la guitarra Flamenca. El mismo Serranito, a mí personalmente en entrevista me dijo textualmente sobre Diego -«Ahora sale un Diego del Morao y te rompe la línea, es increíble».
Pero volvamos al padre. Cada cantaor que salió a ese escenario lo calificó como «el mejor», como guitarrista y como persona. Él destacaba por su carisma, desbordaba simpatía a raudales, siempre con una sonrisa en la cara. El viernes por la noche consiguió formarla de nuevo, pues todos estaban allí por él…. Por él Remedios Amaya volvía subir a un escenario tras un tiempo de retiro, con más fuerza que nunca e imponente, su presencia en el escenario es inconfundible, la conexión con el respetable, su Cante, su baile, su gitanería… La Camarona, por supuesto, también se acordó de Camarón.
Desde Rafael Zambo, Enrique Remache, Manuel de la Nina, cantera de cantaores que comenzó el recital, hasta la experiencia, sabiduría y jondura de don Juan Villar que siempre llega a lo más profundo del corazón, acompañado del genial Niño Jero, Panseco, cantaor de cantaores, La Macanita y Juana la del Pipa a las que tantas veces hemos disfrutado juntas y por separado, la primera, artista de grana y oro, sangre y elegancia, la segunda, la «Tina Turner» del Cante…
Uno de los momentos en que el público estuvo más entregado fue el de Manuela Carrasco al baile, con su guitarrista habitual Joaquín Amador y con Rancapino Chico cantándole por Soleá, que a pesar del problema de sonido que hubo, las tablas de ambos superaron con creces la adversidad, pues la Carrasco hizo suyo el acople del micro y le bailó y Alonso la siguió cantando, repitiendo la letra, para que nadie perdiera ni un segundo de emoción, poniendo en pie a la Plaza. Luego el Chiclanero tuvo su parte de recital como solista, acompañado de Miguel Salado, en el que volvieron a levantar el ruedo dos veces. Y es que Chiclana salió por la puerta grande pues también Antonio Reyes entusiasmó. Su binomio con Diego regala momentos de tantísimo arte e intensidad que esperamos larga vida a su trayectoria juntos. Felipa del Moreno, David Carpio, las guitarras del Niño Jero, Pepe del Morao, Manuel Valencia y Mauel Jero cerraban el elenco artístico…. Y el inigualable Capullo de Jerez para cerrar….
Si hablamos de Jerez, hablamos de compás, y si hablamos de compás, son fundamentales las palmas, de las que esa noche se encargaban Manuel Cantarote, José Rubichi, Chicharito, Macano y José Peña.
Lo dicho, una fiesta.
Como esta ciudad es aún más bonita «vestía de Morao», y para no dejar de homenajearle, vámonos por Bulerías con una letra de Rocío Díaz dedicada a él….
Fotos cedidas por Rufo.
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