Noche especial en la Sala García Lorca. Ya se notaba un buen rato antes en el restaurante de Casa Patas que el recital prometía, pues iban llegando aficionados para disfrutar de la gastronomía y el ambiente del local como previo al concierto.

Dos generaciones diferentes, Jerez puro, eso sí. En esta ocasión, el debut de Lela Soto, hija del cantaor Vicente Soto y, por lo tanto, nieta del Sordera, para abrir boca, y para rematar, Juana la del Pipa, esta bestia del cante lo volvió a hacer, desbordó la sala. No cabía un alfiler.

Entre el público caras conocidas como Joaquín Albaicín y Salomé Pavón, Marta Heredia, Miguel París, Luis Rodríguez, Rufo, Diego Gallardo…Vamos la afición madrileña al completo.

Momentos antes del comienzo, pudimos disfrutar un ratito de la copañía de Lela y su tía Marta y vivir con ella esos momentos tan especiales previos a su encuentro con el respetable en un lugar de tanta importancia. Lela estaba nerviosa, arreglándose, cuidando cada detalle para salir a escena. Por fin llegaron las 22.30h y con las agujas del reloj, su momento: subía a las tablas acompañada por su guitarrista, Nono Jero, lo que le da mucha seguridad. Abrían por Malagueñas, luego, Alegrías de la Perla, su ídolo. Imposible no acordarse de su abuelo, lo hizo por Fandangos y por Bulerías por Soleá y al final, Bulerías, aprendidas de su padre, incluyendo «La Bien Pagá», que nunca falta en sus recitales. Lela superó sus nervios y dio la talla, su paso de un flamenco más fusionado al Cante ha sido de gran acierto. Estaremos muy pendientes de ella porque creemos será una artista a tener en cuenta por sus formas, su dulzura, la cuna a la que pertenece y su entrega. Es pura miel.

Tras el descanso, Juana la del Pipa no necesitó más que 4 cantes para poner boca abajo Casa Patas entero. Acompañada también por Nono y con el compás de Juan Diego Valencia y Gregorio de Jerez ( que también dieron compás a Lela ), volvió a salir por la puerta grande. Si nos gusta en la Bulerías por Soleá,  yo reconozco ser Fandanguera, y cantando letrillas a su madre, la del Pipa me parte en dos. Después Tientos y Tangos, comenzaban los aires de fiesta que domina, cantando y bailando. Su hábitat natural, las Bulerías, oro vale verla solamente mover un volante! Este es el vivo ejemplo de que en el flamenco hay veces que no son necesarios más de 5 segundos para emborracharte de arte.

Para Bis, vuelta al escenario de la última generación de la Casa de los Sordera y entre todos armaron el Fin de Fiesta.

Vive Pasión Flamenca!

Fotos y vídeos de Carmen Fernández – Enríquez.