De Madrid al cielo, dicen. En este caso nuestro viaje al cielo fue previo paso por Triana y Jerez, últimamente siempre que bajo a Jerez hago una parada en este barrio sevillano que tanto ha dado al Flamenco y que el Flamenco tanto le ha dado a él. Eran las once de la noche cuando el tren nos dejaba en nuestro destino final y tras un día largo había que descansar pues el miércoles por la mañana comenzaba con dos ruedas de prensa. En la primera, el Maestro Manolo Sanlúcar nos acercaba a su «Medea» junto a Antonio Márquez que se interpretaría en el Villamarta el Viernes. También se presentaban los espectáculos del Jueves tanto del Villamarta como de la Atalaya y la Sala Compañía, Ángel Rojas, Guadalupe Torres y José Maldonado como protagonistas. Un vino y presentación a los medios del Festival de Paradas dedicado en esta ocasión al cantaor Antonio Reyes y que cuenta con un cartel en el que da cabida a los jóvenes flamencos como Israel Fernández, el Boleco o María Terremoto.

Es el veinticinco aniversario del magnífico Festival jerezano y, a pesar de las dificultades que conlleva sacar adelante una propuesta que vive prácticamente del turismo en plena pandemia, la valentía de Isamay Benavente y su equipo, han hecho posible la puesta en escena.

Nuestra primera cita en el teatro fue con «Memoria Viva», de la bailaora María del Mar Moreno que plasma el objetivo en sus veinte años de trayectoria con su Compañía, acompañada por un elenco jondo y profundo en el Cante, con unas Dolores Agujetas y Elu de Jerez que recibieron los jaleos del respetable. Espectáculo muy trabajado en el que aunque la misma esencia y memoria pudiera captarse en menor tiempo, se nota que su protagonista ha querido marcar con su huella, su sentir por el Cante, el Baile y la Guitarra, resaltando el protagonismo de las tres disciplinas artísticas a partes casi iguales.

Al día siguiente paseo mañanero; da gusto recorrer Jerez e irte encontrando con amigos como Antonio Higuero o Macarena de Jerez. Disfrutar del Festival es también disfrutar de la ciudad de una forma única. Tras el paso por la Sala Compañía para ver a Guadalupe Torres y su espectáculo «Los Colores de la Magdalena», que nace con una residencia artística en el teatro Flamenco Madrid hace un año y medio, y del cual os damos nuestras impresiones en esta otra crónica, llegaba el turno de Ángel Rojas como director artístico de «Ya No Seremos». Es la segunda vez que veo este montaje pues asistí a su estreno madrileño y además conozco el proceso interior de Rojas hasta plasmar sus vivencias en esta propuesta, y he de decir que de la primera puesta de largo a ésta ha habido una evolución, incluso un cambio en la sensación de agonía hacia la sensación de esperanza. «Ya No Seremos» es lo que dejaremos de ser para dar paso al mismo tiempo a lo que sí seremos desde un prisma del Cante a tierra, expresado de forma inmejorable por María Mezcle y Eva la Lebri, vinculado a una coreografía perfectamente sincronizada e hilada con una música compuesta desde la raíz más flamenca hasta la electrónica y con una iluminación imprescindible para el show, como hilo conductor, que también ha crecido y ha pasado de la casi oscuridad al nuevo ser de luz.

No es posible hablar del Festival de Jerez sin hablar de todos los actos paralelos que sus programadores quieren hacer coincidir en tan significativas fechas. Escribo esta crónica con las «Vivencias» de Paco Cepero de fondo, escuchando a La Perla que cierra este último trabajo discográfico del Maestro del Acompañamiento al Cante, del compositor de los más grandes éxitos imaginables y del músico y artista incansable que tiene intención de seguir hasta que él mismo sienta que ya no le dan las manos o su cabeza. Fue en la Gala de Turismo grabada el día catorce en la Real Escuela Ecuestre donde el guitarrista me hizo entrega del disco que hoy escucho con ilusión. Ese día acompañaba a Antonio Reyes para la televisión pública andaluza y el encuentro entre ambos tanto en el escenario como fuera de él es de esas experiencias que no se olvidan.

Y no hay Festival sin Festival Off, en este caso el de la Guarida del Ángel con el recital de la cantaora sanluqueña María Mezcle acompañada a la guitarra por el madrileño Joni Jiménez. Concierto que os contamos en reseña a parte y que vivimos desde la admiración a una juventud flamenca que no deja de apostar por las bases y la raíz.

Tras cuatro maratonianos días de música, cultura y charlas a compás, pues no puede ser de otra manera en esta tierra, hay que volver a casa, coger aire y respirar de nuevo esperando la edición veintiséis con las misma ganas de éste y con la esperanza de vivirlo de nuevo sin mascarillas, sin aforos reducidos y sin nueva normalidad. De Madrid al cielo sí, pero previo paso por Triana, Jerez y el Festival de tus Sueños.

Fotos cedidas por JAVIER FERGO/ FESTIVAL DE JEREZ.