Acudimos raudos a la llamada del Arte. Concierto de Estrella Morente enmarcado dentro del Festival Flamenco de Torrelodones, no podíamos dejar pasar la oportunidad de ver de cerca a esta gran cantaora granaína , capaz de hacer volar , a través de su increíble voz , nuestro alma por encima de las butacas de un teatro lleno hasta la bandera que intuía lo mágico del recital, cuando “ a capela”, con luces tenues, reunidos en corro en el fondo del escenario, todos los artistas nos mostraron la esencia pura del flamenco, haciendo cantes sin guitarra, esos que se te cuelan en la piel como púas para erizarte los pelos y que preparan los sentidos para recibir lo que esté por venir.

Y así fue, lo que estaba por venir fue un derroche de conocimiento, de emociones, y de flamenco, del bueno.

Agarraron los instrumentos y se colocaron todos los músicos en sus sillas perfectamente dispuestas, para comenzar en conjunto por Alegrías, Soleá por bulerías, Tangos y Bulerías.

Estrella estuvo acompañada a la guitarra por dos escuderos fieles,(Montoyita y Monty), padre e hijo, que con una compenetración perfecta y un conocimiento extremo, crearon junto con la base rítmica proporcionada por el percusionista “ Popo” y las palmas y coros de Kiki Morente, Antonio Carbonell, Ángel Gabarre, Remedios Heredia y La Globo, un excelente soporte para que las notas que salían de esa privilegiada garganta, crearan melodías hermosas y complejas que transportaban a los asistentes a las mismísimas cuevas del Albaicín.

A Estrella, se la veía feliz de estar en reunión con su familia, emocionada por tantos sentimientos dentro y fuera del escenario, se atisbaban miradas cómplices con cada uno de ellos, y se mostró entregada a un público que la correspondía con ovaciones entre palo y palo.

Tras un bloque de Cantes con esta formación, los artistas abandonan el escenario, las luces se centran en Montoyita y en Estrella, que se sienta a su derecha para regalarnos una tanda de cantes “por derecho”, como se suele decir.

Empezó con cantes de Levante, prosiguió por granaína y en reconocimiento al respeto que el público le brindó, se saltó el guion y nos regaló un cante por seguiriyas acompañado magistralmente por su escudero, el cual arranco aplausos y oles con sus falsetas, llenas de flamencura.

Sin tregua, vuelven al escenario el resto de componentes abriendo de nuevo con las Sevillanas “A Lola” de su disco “Autorretrato”, las cuales dedicó Estrella a su abuela Rosario.

Las emociones estaban a flor de piel, y fue entonces cuando tuvo lugar uno de los momentos más emotivos del concierto, al interpretar “La Estrella”, un tema insignia de su padre Enrique Morente, y sin lugar a dudas un himno a la libertad y a la paz tan castigada por los acontecimientos acaecidos recientemente.

Terminaron por todo lo alto, con un fin de fiesta por tangos, lleno de detalles rítmicos, en el que al público le costó aguantar las ganas de levantarse y ponerse a bailar.

La sensación de haber vivido algo grande, fue confirmada por los aplausos de un auditorio que acabó puesto en pie para agradecer las dos horas de emociones, de sentimiento, de coraje, de fuerza y en definitiva de Flamenco, que nos ofrecieron estos grandes artistas en el escenario.