Quedan inaugurados los Domingos de Vermú y Potaje del Teatro Flamenco Madrid y en esta primera ocasión, la maestra de ceremonias fue la simpar Mawi.

A la una de la tarde, pleno centro de la capital, olor a habichuelas y a pimentón, sobre todo a pimentón, pues esta artista tan versátil hizo un puchero lleno de gracia, de humor para la improvisación, de música, de talento, pero sobre todo, el puchero tenía que ser afrodisiaco.  Eso ella lo tenía claro. Y así, entre cocina y cantes, se dio cuenta que le faltaba el laurel. Condimento indispensable que traía un invitado de lujo, Antonio Canales.

Por Alegrías, Tangos, Rumba van aconteciendo un montón de sorpresas que la de Utrera, junto al guitarrista Paco Soto a lo John Lennon, y las voces y compás de Kiko Martín y Juan Carlos Gil, alzan a través de la diversión. Los olés se unían a las carcajadas. Como si de un musical de los monólogos del Club de la Comedia se tratase, se terminó el potaje con la intervención de una cantaora por derecho, con lo que le gusta a Mawi todo del revés, María Mezcle con su bebé en brazos le cantaba al Potaje y a Ángel Rojas que se sumaba a la fiesta con su baile.

Los mejores aperitivos de Madrid estarán a partir de ahora cada dos Domingos en la calle Pez, en el marco de un teatro en lugar de un bar y cocinando a fuego lento un potaje lleno de música, de arte, de cultura y con aroma Flamenco.

Fotos de Paco Manzano.