Jueves veintidós de Agosto, en Pamplona a treinta grados y ya preparados para salir en busca de la música a los balcones. Ritmo frenético por lo que no hemos podido disfrutar del de la Mañueta en el que actuaban Ángel Ocray y Rafael Borja, dos artistas locales, que al primero de ellos pudimos escucharlo el día anterior en la Jam de Popo y Monty cantando por Pepe Luis Carmona entre otros.
En el Ayuntamiento una preciosa colaboración, el embajador o “en – Badajoz” del Festival Flamenco On Fire, don Pepe Habichuela que toca una Granaína introducida por la Nana del Caballo Grande y al que después se une Ketama ( instrumental ) para rematar la buena mañana.
En el Hotel La Perla nos esperaban José del Tomate y Kiki Cortiñas. La sensación que han causado en la ciudad natal de Sabicas estos dos músicos ha sido bestial. Andaban por la calle como si fueran los Rolling y los olés se les sumaban gritos de guapo y alguna barbaridad que otra digna de sacarle los colores a cualquiera.
Por la noche plato fuerte, Mercé y Tomatito con su gira “De Verdad” en el teatro Baluarte. Otro llenazo. He visto este espectáculo dos veces, en el Teatro Real y en Pamplona. El formato está adaptado para disfrutar de estos dos grandes artistas, tanto juntos como por separado. Toná, Martinete y Debla que Mercé arranca salido de la oscuridad bajo una luz blanca cenital. Tras los aplausos sale a escena el Tomate e interpreta “La Leyenda del Tiempo” con parte de su banda. Vuelve Mercé, salen los músicos y ya en un íntimo con Tomatito se meten por Soleá, Malagueña y Seguirilla en la que sale siempre el desgarro del cantaor hacia su Curro. Tengo la sensación de haber recuperado a un Mercé al que echaba de menos, entregado al público más aficionado, buscándose, disfrutando, derrochando conocimiento y transmisión.
Era el momento de disfrutar de la guitarra y fue a través del Tomate y su hijo José, con un tema fijo en su repertorio, “Two Much” y que dedicaron al Maestro Paco de Lucía, haciendo un guiño entre medias a su obra “Entre Dos Aguas”. Con todo su elenco sobre las tablas sonó “Pa la Pimpi”. El Tomate siempre deja un lugar importante al resto de sus compañeros y Piraña nos dejo clavados en el sillón. Llegaron la Bulerías. Bajo mi punto de vista el aire de José por este toque es muy complicado de superar…. Técnica, velocidad, y sobre todo, TRANSMISIÓN. ¿No se trabata de eso? ¿No decía Camarón aquello de transmitir o no transmitir? Pues señores, ahí hay que rendirse ante el Patrón.
Era el turno de José del Tomate con su toque en solitario y esa Zambra de su bisabuelo, que fue después interpretada por Niño Miguel y que el último eslabón de esta saga ha heredado para interpretar con máxima sensibilidad.
Ahora sí, “De Verdad”, y comenzando por Zambra a Lola, “Buscando la Verdad”, “Mundo de Paz”, Soleá por Bulerías la rumba dedicada a Jerez y las Alegrías fueron los paseos que nos dieron por este trabajo discográfico en el que es importante destacar la labor de Kiki Cortiñas, un gallego con mucha afición y que es uno de los músicos que tenemos en cantera a los que más atención creo que debemos prestar. Bis por “Aire” coreado por el público a todo gas.
En el Tres Reyes el baile como protagonista, Juan de Juan con elencazo ponía sobre las tablas su espectáculo “Armonía”. Al Cante Simón Román, uno de los ecos con más gitanería, por cierto, no se pierdan su disco “Ya Llegó la Hora”. También David “El Galli” que en cada tercio que hace tiene un giro que pellizca. “El Tarasco”, con un rajo precioso, muy influenciado por Los Rubio y Canito, muy muy personal. Dos guitarras, Raúl Parra y Rubén Escalona y como epicentro el baile. Juan de Juan, al que vi por primera vez con Canales hace más de veinte años, ha tenido una evolución en su forma de la que poco queda de aquel chaval que ha llegado a la madurez con matices muy distintos y singulares.
Tras el espectáculo vino la reunión, que resumiría con unas sabias palabras que recitó el Tomate:
“Un bañito de humildad de vez en cuando
No somos Paco tocando
tampoco Farruco bailando
y menos Camarón cantando”.
Ahora confieso, que tras un día duro personal, una vez más me salvó el Flamenco. La música de nuevo curó mi alma.
Fotos de Paco Manzano.
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