No tuve la suerte de escuchar a Camarón en directo. Cuando él se fue yo era una niña por lo que únicamente lo escucho a través de las grabaciones, a diario, eso sí. A veces me ocurre cuando lo estoy escuchando que me paro a pensar que hace casi treinta años de su partida y sigue emocionando cada día a millones de personas, supongo que ese es el significado de ser un genio. Cada vez que entrevisto a un artista me habla de Camarón y Paco como la revolución absoluta del flamenco y de la música. Al su lado creció Tomatito, qué suerte la suya! A él sí que lo he escuchado en directo, de hecho creo que es uno de los músicos a los que más veces he ido a escuchar y además he podido compartir con él algunos momentos fuera del escenario. Es entonces cuando a veces le pregunto sobre Camarón, en realidad yo le haría dos millones de preguntas sobre su amigo, sobre el cantaor de cantaores, pero es cierto que al Tomate se le humedecen los ojos cuando habla de él, enseguida le notas la emoción contenida, así que una por prudencia se queda con las ganas y y con los dos millones de preguntas en su mente. El caso es que al único de los tres que nos queda aquí se le ha ocurrido la idea de poner sobre la escena un espectáculo titulado “Viviré” y que rinde tributo al de la Isla. Lo hace a través de temas grabados por ellos y con parte de su elenco habitual: Como segunda guitarra José del Tomate, al Cante Kiki Cortiñas y Morenito de Íllora, a la percusión Piraña y a las palmas “El Pescaíto”. ¿Necesitamos más? Pues por si acaso sí, José ha juntado a tres de los cantaores con más transmisión del momento, Duquende, Antonio Reyes e Israel Fernández, quien pueda que se resista! Yo no.
Así que el nueve de Julio me fui sin dudar ni un momento a las Noches del Botánico. Lleno hasta la bandera, dentro de los aforos que permite la pandemia, la expectación era máxima. Maravilla de espectáculo, previsible por el cartel, pero al final el directo es el directo y la emoción traspasa siempre y supera las expectativas de cualquiera. Entre números del Tomate con su banda habitual se van intercalando intervenciones de cada uno de estos tres bichos del Cante. Duquende por Tarantos te encoge, tiene tal profundidad….. Fue la Nana del Caballo Grande la que nos trajo el cúlmen de Israel, desgarrador, tanto que se hizo visible la emoción de Tomate al acompañarlo. Y Antonio Reyes vino para sorprendernos, mostrando un registro por Tangos y Alegrías completamente diferente al que que muestra en sus recitales y siendo capaz de llevar a su terreno el cotarro en los temas versionados por toda la formación: “La Leyenda del Tiempo” y “Canastera”, nos permitieron disfrutar de todos a un tiempo, con intervenciones magníficas además de este músicazo que tiene Tomate en casa, Kiki, gallego de nacimiento, y que es una caja de melodías y Morenito de Íllora, ese cantaor instalado atrás y que debería estar llenando espacios escénicos alante porque canta apuñalando. Grandes ovaciones fueron también para José del Tomate y Piraña a los que el público jaleaba en cada una de sus intervenciones. Repertorio escogido con muchísimo gusto pero no voy a desvelarlo para que juzguen ustedes cuando acudan a verlo a cualquier punto de encuentro de la gira. Sí diré que eché de menos los Fandangos, por si el tocaor se lo apunta.
Un Tomate en plena forma a pesar de llevar año y pico sin dar un concierto por este odioso virus que tantas cosas se ha llevado. Hay cosas con las que no ha podido, eso sí, y una de ellas es el poder de la música, que a pesar de haberlo sufrido hasta la saciedad ha salido victoriosa y una vez más nos ha vuelto a hacer sentir emociones indescriptibles.
¿Eres Camaronera? Rotundamente sí. Es más, creo que el mundo entero debería serlo y nos iría bastante mejor. Gracias Tomate por acercarnos de nuevo al GENIO a través de tus seis cuerdas y de estos tres artistazos, camaroneros, pues claro que sí!
Foto de Archivo VPF por Carmen Fernández – Enríquez.
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