El pasado sábado 28 de octubre de 2023 la Suman Flamenca y el madrileño pueblo de El Escorial acogieron a un bailaor puro, Pepe Torres, con su espectáculo ESENCIA.

Digo puro, sí, porque quedan pocos así, más adelante me explico.

Hizo una entrada por seguiriyas, toda una declaración de intenciones. Claramente él baila, no ejecuta pasos ni sigue coreografías. Esta sensación de ver baile de verdad, me recuerda a la famosa cita de D. Antonio Gades: “Lo importante no es el paso, sino lo que hay entre paso y paso.”

Embelesa y, tengas o no formación en flamenco, su baile se entiende y se va viendo cómo se comunica con extrema facilidad con el resto de los músicos a través de movimientos, miradas y gestos. Eso es muy difícil de aprender en un estudio de danza solo frente a un espejo, eso se aprende compartiendo y viviendo el flamenco. El de Morón representa esa Esencia, esa flamencura en la que el baile refuerza y adorna el cante y al revés, el cante alimenta e inunda al bailaor con una energía inexplicable. Esa perfecta sincronía hace que se cree esa magia en el ambiente.

Claro está que todo eso es posible gracias al elenco que lleva detrás: al cante Manuel Tañé, José El Pechuguita y Manuel de la Nina, todos cantaores tablaeros y potentes que saben “picarle” para sacar lo mejor de Pepe. Igual ocurre con la guitarra de Ramón Amador, que además de gran soniquete acompañando, hizo un toque por rondeñas que inició con los acordes del tema “Camarón” del disco Luzía de Paco y desarrolló posteriormente con una musicalidad tan bella que trasladaba al mismo Puente Nuevo de Ronda.

También en el elenco la bailaora invitada, Manuela Vargas, que le acompañó en la seguiriya y desprendió su flamencura con su soleá por bulerías.

El público supo comprender bien la joya que estaba viendo y correspondió con un teatro en pie al final del espectáculo.

Foto de portada ARCHIVO VPF por Carmen Fernández – Enríquez.