Mucho tiempo sin vernos, después del recital del Concert Music Festival me di cuenta que demasiado. Hoy en día parece que da los mismo pues con la cantidad de vídeos y grabaciones que tenemos uno puede disfrutar del Cante en cualquier momento pero la magia del directo no es sustituible.

Con todas las ganas del mundo llegamos a Santi Petri a escucharte cantar, Alonso. Era un día especial pues ser profeta en tu tierra es tan bonito como complicado pero en este caso, el público estaba absolutamente entregado. Una sala abarrotada de gente dispuesta a tener sus cinco sentidos en el escenario, otra parte de gente cenando o en la barra con tu Cante de fondo y de repente, vosotros, el equipo Rancapino. Dos guitarras, las de Higuero y Paco León y tres palmas, Rubichi, Cantarote y Luis Monge y al Cante, Rancapino Chico.

Un equipo que vino a hacer un particular homenaje a algunos Maestros, el primero, el suyo, su máxima influencia, la pureza por antonomasia, Rancapino, al que como estaba allí presente su hijo le dedicó la Malagueña. Aunque el comienzo del recital fue por Soleá, hubo tiempo para los Tangos, las Bulerías, Alegrías…. El segundo homenaje fue para Caracol, en pie y por Fandangos con los que al terminar quien acabó en pie fue el respetable. También hubo momento para rendir tributo al Torta como parte del repertorio nuevo del cantaor que se está presentado en los escenarios con un formato más grande, para entregar al público lo mejor de cada uno de sus integrantes, pues si Alonso transmite, Higuero te pega directo en el pecho y Paco les acompaña de forma magistral.

No podía faltar la Zambra como bis en la que por sorpresa, subía al escenario un padre orgulloso nada más que para abrazar a su hijo. Ya sabemos que Alonso es almíbar. Conocemos de sobra su capacidad de conectar con el público desde el primer momento y la otra noche, en su tierra, conocimos su capacidad y la de su elenco de sobrevolar los fallos técnicos y ofrecer un recital de órdago a la grande. Qué falta me hacía escucharte de nuevo!

Foto de Archivo VPF por Carmen Fernández – Enríquez.