El 2 de julio es una fecha negra para los flamencos: el fallecimiento de Tomás Pavón en el año 1952, el de Paco Toronjo en 1998… La que nos ocupa, fue el 2 de julio del 1992, fecha en que se fue el genio de San Fernando, José Monge Cruz, Camarón de la Isla, sin duda el personaje más emblemático de su ciudad natal. Camarón llevó La Isla por todo el mundo.
Tantos aficionados hemos pisado su ciudad escuchando su música, tratando de imaginar al genio por sus calles, hemos ido a la Venta de Vargas… pero exceptuando su tumba, no teníamos un lugar de culto al que acudir.
El pasado viernes 2 de julio de 2021 (o como diría Faustino Núñez, el 2 de julio del año 29 después de Camarón) con motivo del 29 aniversario de su muerte tuvo lugar la inauguración oficial del Museo de Camarón, abierto al público general a partir del 6 de julio.
Acudieron a este acto numerosos representantes de las instituciones públicas entre los cuales destacaría a Juanma Moreno, Presidente de la Junta de Andalucía, o la alcaldesa de San Fernando, doña Patricia Cavada. Ambos dedicaron bellas palabras de admiración a Camarón.
También este acto quiso contar con la presencia de familiares y amigos del genio: Dolores Montoya “La Chispa”, viuda del cantaor, sus hijos y nietos…, y entre los amigos pudimos disfrutar de la presencia de su íntimo amigo y torero Curro Romero; de quien fue su guitarrista durante años, Tomatito; de su compañero chiclanero Rancapino (tan sonriente como siempre). También se sentía el espíritu de Paco.
El centro de interpretación exhibe un montón de objetos personales de Camarón, algunos muy curiosos como su Mercedes restaurado, un montón de fotos inéditas, varias de sus camisas más famosas, su agenda personal con anotaciones sobre conciertos y con los números de sus managers o guitarristas, entre los cuales pude ver el nombre de Antonio Arenas con quien grabó varios temas al inicio de su carrera.
Como colofón a esta inauguración hizo unos toques su amigo Paco Cepero acompañado por la guitarra de Diego Amaya y la percusión de Carlos Merino.
No puedo dejar de contar que pese a ser un acto para autoridades, amigos de Camarón y prensa y era necesaria invitación, se congregó mucha gente alrededor del acto con la intención de ver a los artistas y poder preguntarles acerca del genio a quienes le pudieron conocer en primera persona. La leyenda sigue viva, sin duda.
El del tatuaje de la media luna y la estrella mira desde arriba feliz y orgulloso desde allí a su tierra y a su propio museo.