Tenía ganas de cante por derecho y grandes expectativas en este recital de Mayte Martín, Flamenco Íntimo. Llego puntual al teatro, a la Sala Verde de los Teatros del Canal y tras acomodarme en mi butaca observo a mi alrededor: en el escenario apenas dos sillas, un monitor en el suelo y otros dos de guitarrista. Fin. Ya solo el planteamiento augura jondura. Veo llegar a varios miembros de peñas flamencas de Madrid de toda la vida de aquellos que únicamente aprecian la ortodoxia más estricta.

Salen a escena Mayte Martín y su guitarrista, el jerezano José Gálvez. Hacen un recorrido por varios cantes de Levante, y después, se dirige al público agradeciendo nuestra acogida expresando su sensación de amor infinito al estar vendidas todas las entradas al día siguiente de salir a la venta. Resalta que esta edición de la Suma Flamenca de 2023 esté dedicada a su diosa Pastora, Niña de los Peines, fuente de gran inspiración para ella. Se observa la tranquilidad de quien tiene muchas tablas en un escenario al pedir un ajuste en el sonido, pero incluso más cuando interrumpe la intro por Malagueñas de Gálvez para subir un poco la cejilla comentando en tono de broma “hoy estoy chula”. Sin duda quería estar cómoda para lo que vendría.

Con un silencio pulcro de público, prosigue el recital por malagueñas, con aquella originaria de Baldomero Pacheco que dice “a las paredes me arrimo” que fue rematada por una tanda de abandolaos con rondeña chica y grande y fandangos de Frasquito Hierbabuena.

A continuación, entra José con una falseta por soleá de corte clásico y Mayte se templa y su cante queda compenetrado con la guitarra ya para el resto del recital. ¡Qué manera de mecer el cante y de hacer los tercios más valientes sin gritar! Solo colocando el cante y con una gran sensibilidad a lo largo del recital, con unos notables cambios en las intensidades que provocaron, al menos en mí, más de un pellizco. Y para seguir con la jondura, “un poquito por seguiriyas”.

Tras una gran ovación del público, se acuerda de Pastora por fandangos y de Caracol en la introducción de los tientos “qué razon tenía…” que tras varias letras más por tientos remata por tangos, muchos del repertorio de su álbum Muy Frágil (1995). Al conocer me atrevería a decir que nota por nota sus discos, agradecí que la cantaora hiciera modificaciones en las letras, se doliera en otros sitios, y así ver que efectivamente hace lo que quiere con el cante y no se limita a repetir.

Para acabar y sin entrar al juego de los bises, hicieron unos cantes por bulerías con mezcla entre letrillas cortas y cuplés y con mucho soniquete a pesar de la ausencia de palmeros, entre las que destacaron aquellas más populares décadas atrás de “esa que vende agua fue bailaora” y cuplé el María de las Mercedes.

Una vez más dejó el listón por las nubes en cuanto a conocimientos, facultades, interpretación, sensibilidad y jondura.

Foto de Archivo VPF por Paco Manzano.