Martes seis de Marzo, ocho de la tarde, el Corral de la Morería abre sus puertas para ofrecer a sus clientes “Duende”, un espectáculo dirigido por Ángel Rojas. Al baile, el propio Ángel, Rosario Toledo y tachán!…. Antonio Canales.
Estamos superando una época en la que parece que se recupera la esencia de los tablaos y comienza a olvidarse ese mito horrible de que son lugares destinados a un público guiri, o menos aficionado, aunque la realidad del tablao es otra. Ha sido punto de encuentro de los artistas más importantes de nuestro género musical. En ellos se podía disfrutar de los más grandes de esos años de oro del Flamenco. Un ejemplo de ello, lo vivido anoche. Poder respirar en un escenario tan pequeño del arte de estos tres bailaores, con una creación y puesta en escena absolutamente diferente, manteniendo por otro lado la línea de un baile cada uno a parte de la presentación y el fin de fiesta, pero ver a Rojas bailar por Caña, y la energía Rosario por Alegrías es una experiencia para vivirla. Ya poder sentir a Canales por Seguiriya es cruzar la frontera, la frontera entre lo humano y lo divino, cruzar al lado contrario de lo racional, la pasión que Canales deja por donde pisa desde que sube al escenario, bueno mentira, porque Antonio debajo del escenario actúa con la misma intensidad que arriba. Ha sido la primera vez en mi vida que lloro viendo bailar, pero es que ver sus lágrimas, tener tan cerca sus sensaciones y sus emociones al taconear, después de todos los años que lleva sobre las tablas, te hace llegar a un limbo del que ya no quieres salir.
El cante de Manuel Tañe, Morenito de Illora y “El Perre” y el toque de Paco Cruz y Luis Miguel Manzano suman otra dosis de sensibilidad y un regusto añejo que complementa a la perfección a los bailaores. Rocío Bazán, que interviene como artista invitada, aporta la voz femenina al espectáculo, destacando especialmente por Alosno.
Si añadimos la admiración mutua de Rojas y Toledo hacia el Maestro y como entre todos se han empastado y manejado en un espectáculo que solo transmite verdad, nos hace reflexionar sobre la diferencia entre los funcionarios del flamenco y los que nunca mienten. Los que cada vez que están sobre la escena se entregan, da igual el espacio que sea, da igual todos los escenarios a nivel mundial que han frecuentado, la premisa siempre es la misma, la de la entrega a un público que se merece todo su respeto y que, por supuesto, el Martes acabó en pie.
Gracias, gracias, gracias!
Fotos de Carmen Fernández – Enríquez.
No Responses to “El Duende del Corral”