“De Madrid al Cielo” suele decirse, y en este caso con los “Flamencos de Madrid” al cielo debería ser. La Saga Carbonell – Montoya se plantó en la García Lorca de la Fundación Casa Patas dejando ver porqué Madrid es la Corte.
Dos hermanos, al cante y la guitarra, Antonio Carbonell y Pepe Montoya, Montoyita mostraban todas sus buenas costumbres sobre un escenario que es ya toda una institución en esta ciudad. Martinetes de comienzo con el eco propio de la fragua que rasgaba la garganta de Antonio. Subía acto seguido su hermano y acompañaba a las cuerdas por Bulerías por Soleá. Con los Tarantos nos sacan de Madrid para llevarnos a Levante con ese quejío dulzón que caracteriza a Carbonell y que remata por Sevillanas en este primer bloque, pero no cualquiera, si no unas sevillanas compuestas por él mismo y que hablan de amor.
La vuelta del descanso la hizo Montoyita con el Morito a la percusión, dedicando unas palabras a su madre Rosario que estaba entre el público, tocando unas notas con su sonanta, admirada por todos, con la sencillez y la naturalidad de un artista que hacía guiños a otro, Javier Conde, guitarrista también, sentado en primera fila para no perderse ni un detalle, ni una falseta, de la que poder aprender.
Se adelantaba Montoyita a su hermano que le brindaba a su madre también unas Seguiriyas: “hijo, canta por Seguiriyas, que me la juego con quien sea” contaba que le dice ella…
Una versión del “Pequeño Reloj”, del que definió como su maestro, su cuñado Enrique Morente, a su manera pero respetando algunos dejes y lances del granaíno fue la parte más emotiva de la noche.
Vuelta a sus composiciones por Fandangos, Huelva para cantarle a sus hijos y “Una Espina Clavada” por Zambra para tocar la Estrella que alumbra a su estirpe y para la que el cantaor compuso en esta ocasión.
El final por Bulerías, que acabaron con unas patadas de Antonio y Pepe, con todo el arte de una saga que lo mismo canta, que baila, que compone….Lo dicho, “De Madrid al Cielo”.
Fotos y vídeo de Carmen Fernández – Enríquez.







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