Sábado 17 de octubre de 2020, en pleno segundo estado de alarma en la Comunidad de Madrid, la casa de la Cultura Carmen Conde de Majadahonda nos ofreció en su XX ciclo de flamenco, el concierto de la cantaora onubense Argentina.

Antes de entrar en materia, cabe resaltar la opinión que manifestaban asistentes antes del concierto, fuera, hablando de ganas de que empezara ya el recital, de cuánto tiempo llevaban sin ver algo de flamenco, etc. Una vez dentro, manteniendo distancias al entrar y salir ordenadamente, estar todo el tiempo con mascarilla puesta, butacas libres entre grupos, desinfección de manos, creo que la sensación global era que el entorno era mucho más seguro contra el virus Covid 19 que otros muchos que vivimos a diario.

La reflexión mía y seguro que de todos los asistentes al evento, es que si se quiere se puede programar flamenco, que la cultura es segura y que cerrados tablaos, peñas flamencas, etc, o programamos en teatros, grandes auditorios y espacios y salas seguras o el daño será irreparable. Los artistas, técnicos de sonido, luces, productores, organizadores, dueños de esas salas, etc estarán avocados a la ruina. Son miles de horas de formación, de ensayos y de vivencias las que precisa el baile, el cante y los músicos en general, la percusión y sobretodo el toque a las que hay que sumar el arraigo y la tradición cultural cocidas al fuego lento de los siglos que los artistas necesitan transmitir en el calor del directo y el público asistir a dichos eventos, sino el arte se muere y no cualquier Arte, el flamenco, Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad, declarado en noviembre de 2010 por la Unesco.

Argentina dio las gracias muy sincera dos veces en todo el concierto a los organizadores y al público por hacer que ella y sus compañeros estuvieran allí, a pesar de las circunstancias de salud actuales con la pandemia.

Sobre el escenario y durante casi dos horas ininterrumpidamente, Argentina y su grupo nos deleitaron con un viaje por el Cante, como uno de sus discos, altamente recomendable por el recorrido que hace por muchos cantes, entre ellos algunos que no se usan mucho actualmente. Argentina no estuvo sola, iba bien arropada con dos grandes de la guitarra actual como son José Quevedo “el Bolita” y Santiago Lara, ambos jerezanos y el soniquetazo a las palmas, jaleos y coros de Los Mellis.

Comenzaron por Guajiras, con todo el arte trasatlántico que ella sabe dar tan bien a los cantes de ida y vuelta, a continuación un Romance que en un momento determinado se hace por bulerías, creo que este palo, también llamado corridos o corridas es el más antiguo del flamenco, aunque hay opiniones diversas y refleja historia de nuestro país, hacerlo es mantener nuestra historia viva .Público enmudecido después con la Mariana preciosa que hizo Argentina a capella, varios oles en los innumerables y vertiginosos giros que lleva este cante, sin música hasta que entraron todos rematando la Mariana para darse un paseo por diversos estilos de tangos, acabando arriba con los del TiTi de Triana, larga ovación. Saludó al público Argentina y nos cantó por Serrana, y van seguidos tres cantes que la gente no hace normalmente en sus recitales, en su voz, con la guitarra de Santiago Lara y el compás de los Mellis suena fresco y al público le gustó por sus aplausos. La Caña ahora, muy flamenco. Cantes de Levante para continuar, concretamente Cartagenera y Levantica, impecables el toque y el cante, haciéndolos como son estos cantes de una forma personal, que ya es difícil. Para seguir con Malagueña de Chacón, el prefacio, ” se me apareció la muerte…” rematado después por una media Granaina “que le llaman la alcazaba…” en este punto y como la acabó estuvimos un buen rato sin oír las guitarras de los aplausos y jaleos del público, cuando nos dimos cuenta ya estaba todo el equipo por Abandolaos, hizo dos fandangos de Lucena y un cante por Jaberas, dificilísimo. Ahí el público estaba entregado y Argentina se iba creciendo por instantes, se notaba que estaba a gusto.

Llegó un momento muy especial en la noche, llevábamos una hora sin parar, se fueron para dentro, todos menos uno, El Bolita que cogió su silla y se fue adelante del escenario, sin sonido se sentó y dijo voy a tocar como se hacía antes, que me apetece, empezó a volar y nosotros con él, comenzando por tono de taranta y volando por el diapasón nos llevó a muchos sitios sin movernos del asiento con sus armonías… Ya dije en crónicas anteriores de este artista que para mí era Mozart flamenco del siglo XXI, todo un auditorio completamente en silencio absoluto escuchando cada nota de su guitarra, sin sonido, fue muy emotivo y la ovación cuando acabó muy intensa.

Ya teníamos el alma abierta y Argentina había descansado los 10 minutos del solo de Bolita, era el momento, Seguiriyas para reventar. En este momento unas Cantiñas para relajar los corazones encogidos con el recital que estábamos viendo. Bulerías de Lole y Manuel y varias más, mucha gente en los asientos moviéndose como con ganas de salir a darse una pataita, soniquetazo de los Mellis, Santi y Bolita, muy bien cantadas y rematadas con María de las Mercedes, el público de pie, un buen rato aplaudiendo, tuvieron que quedarse a hacer un recorrido variado por Fandangos de Huelva, hasta el público cantamos con ella Calle Real y para remate un fandango adelante sin micro, de nuevo de pie todos. No quiso Argentina irse sin cantar María la Portuguesa por bulerías que le pidieron varias veces. Última vez de pie y larga ovación en la presentación de su equipo y despedida casi dos horas después.

Antonio y LoLo estuvieron en el compás, jaleando y haciendo coros, imprescindible su trabajo y su oficio. Santiago Lara tuvo momentos acompañando al cante de auténtica genialidad, preciosas sus melodías, empastando también con José Quevedo que derrocha musicalidad por todos los poros de su piel, gran equipo para esta cantaora que allá donde va hace que el público de todas las corrientes flamencas salga satisfecho y con la sensación de haber disfrutado. De eso se trata.

Gracias Argentina y tu equipo por hacernos olvidar durante un ratito de esta cruel realidad y a los organizadores del ciclo por seguir programando flamenco y cultura segura.

Foto de Archivo VPF por Paco Manzano.