Dice el famoso tango que 20 años no es nada. Rojas y Rodríguez nos demostraron el pasado sábado 27 de Mayo, que sí dan para mucho. Representaron “Esencia” con motivo de su XX Aniversario como creadores de una forma genuína forma de entender la danza. El hermanamiento natural que hacen del flamenco con el clásico español es de muchísimo gusto y armonía entre las dos disciplinas.

Estos magníficos bailarines y coreógrafos, nos presentaron un recorrido por distintas escenas de parte de sus innumerables montajes en todos estos años. Los allí presentes, que llenaron completamente el teatro, disfrutaron del espectáculo como cuando sacas el álbum de fotos familiar y disfrutas recordando y sintiendo de nuevo aquellas vivencias y momentos. Hago hincapié en lo de familiar, porque el sábado vi ese ambiente en el Fernán Gómez. Personas de todas las edades fueron a disfrutar de la danza, misión esencial del festival madrileño dedicado especialmente al baile.

Tres grandes bailarinas, Mayte Bajo, Raquel Tamarit y Ana Agraz acompañaron a Rojas y Rodríguez en la tarea de emocionar y hacer vibrar al ecléctico público, y lo consiguieron con creces. Cada una de ellas bailó e interpretó con muchísima elegancia y excelente técnica cada pieza.

Hubo escenas preciosas llenas de romanticismo, escenas muy divertidas, otras con mucha flamencura, y todo envuelto con una música exquisita a cargo de Luis Miguel Manzano a la guitarra, Roberto Jabonero con el violín, Juan Pérez al piano y Agapula con la percusión. Además y de contar con las magnificas voces de Rocío Bazán y Chelo Pantoja, que invadieron los sentidos del personal por fandangos, zambras, bulerías y tangos, estos últimos muy presentes durante toda la obra, pues no hay mejor palo para expresar la alegría y la fiesta. También en sus variantes de tientos y tanguillos con los que cerraron de una forma espectacular. Pues si bien Ángel Rojas se batió el cobre por tientos-tangos, Carlos Rodríguez hizo un baile final por tanguillos que con el cante de Chelo y Rocío y el compás y jaleos de sus compañeros, levantaron al público de sus butacas para aplaudir con mucha intensidad y durante varios minutos. Pues hubo mucha entrega por ambas partes.

El elenco durante todo el espectáculo conectó con los asistentes, que incluso hicieron compás con palmas en uno de los números. Celebrar tantos años juntos de creación, pasión y amor por la danza no ocurre todos los días. Me siento privilegiada y agradecida por haber tenido la oportunidad de asistir a esta celebración. Y si es posible, dentro de 20 años, como dice el tango, volver…

Texto Rocío Díaz.

Fotos Carmen Fernández – Enríquez.