Miércoles 6 de junio de 2018, 20.30 horas, la cita es ineludible para todos los flamencos de Madrid, de hecho es una suerte tener la posibilidad de gozar del cante y toque más puros en estos tiempos de amalgama, de flamenco fusión y “flamenco con-fusión”.

La 4ª Edición del Festival Flamenco Madrid en el teatro Fernán Gómez abrió sus puertas dentro de su programación a un recital que antes de entrar sabíamos nos transportaría a otras épocas de Cante y Toque.

18 es un espectáculo donde dos jóvenes promesas de esa edad, casi consagradas, nos llevan con su Cante a unos registros sonoros ancestrales propios de cantaores viejos en sabiduría, transmisión y afinación. Acompañados por la guitarra de otro joven que parece que lleva tocando para el Cante cincuenta años.

Alonso Núñez Heredia, El Purili, de la Línea de la Concepción (Cádiz), estudioso joven gitano de raíz, criado en fiestas familiares de 2 días, sorprende escuchar su eco, sus maneras tan jondas y su dominio de la escena cantando o bailándose a pesar de su juventud. No nos sorprende si analizamos lo que escucha a diario y sus cantaores favoritos; José de la Tomasa, Cancanilla, Manuel Moneo, Mairena, Manuel Torre, Juanito Mojama, Los Pavón y su mito viviente Perico el Pañero, su primo. Durante todo el recital vimos en su baile y sobretodo en su cante una influencia magistral, nos recordaba a él en muchos giros y sobretodo en las formas. ¡Hay cantera para rato!

Manuel de la Tomasa, Sevilla, de estirpe cantaora, nieto de José de la Tomasa, el hermano de su tatarabuelo al parecer fue Manuel Torre y está emparentado también con Vallejo, heredero de un linaje de auténticos referentes de este Arte. Sutil, estudioso y distinto a los demás, clásico en lo moderno de intentar hacer suyos los cantes. Hubo momentos de la más tremenda dulzura en los giros y otros de rabia contenida intentando expresar su punto emocional, eso es ser artista independientemente de las facultades propias de cada uno, que Manuel tiene muchas. A seguir desarrollando que el camino es largo, pero sólo para unos pocos ¡ole tú Manuel!

Rubén Lara Cruces, Málaga, guitarrista especialista en acompañamiento al Cante, alumno de Antonio Soto, habitual de grandes cantaores como Perico El Pañero, El Álvarez, Cancanilla, Paqui Ríos y un largo etcétera. En permanente evolución, un auténtico todoterreno de la sonanta, con la sabiduría y el oficio propio de alguien con muchos más años, se nota que conoce el instrumento y el cante y los disfruta, según quien esté al lado toca de una forma u otra, eso es muy difícil. En este recital le noté diferente a otras veces, alejándose cada vez más de posibles comparaciones con clásicos u otros guitarristas, lo vi distinto, buscando su sonido, bastante más técnico y muy flamenco en sus falsetas, y como siempre, esperando al cantaor en el acompañamiento con mucha templanza y sabiduría.

¿Hasta dónde va a llegar la guitarra flamenca si jóvenes como Rubén Lara siguen evolucionando a este ritmo dentro de 30 años? ¡Qué locura!

Comenzó el recital con una puesta en escena muy sobria pero muy flamenca, una mesa, 3 sillas y 3 micrófonos ¿para qué más? Tras una breve presentación de Ángel Rojas, director artístico del Festival, salieron los 3 a escena cantaron los dos por soleá por bulerías al golpe para entrar en calor, siguió Alonso por Malagueñas, Manuel después nos llevó a un paseo por tientos rematados con una coletilla de tangos, continuaba Alonso con un repaso por soleá paladeando el Cante en cada nota, muy puro, seguiriyas después para Manuel propias de alguien que lleva muchos años cantándolas, lo cual choca con su juventud, rebuscándose. Fandangos naturales en el siguiente cante para El Purili estirándose en los tercios con mucha pureza, Manuel seguía en su turno con mucha sabiduría por cantes de levante, después unas bulerías cantándose y bailándose Alonso alante sin micro, un espectáculo, llegó un momento especial muy puro, ambos cantaores por tonás alante en un mano a mano de jondura y sabiduría, tan distintos, tan jóvenes, tan viejos, oleee, el público asintiendo y jaleando, no era para menos, después de ponernos en pie y estar un rato aplaudiendo volvieron los 3 a escena y cantó Purili unas letritas por bulerías para despedirse en todo lo alto. El público más que satisfecho, el comentario general “queda mucho camino pero si hacen esto con 18 ¿qué harán con 50?”, Ruben Lara tocó en todos los palos excepto la soleá por bulerías y las tonás , lo hizo con pasmosa seguridad y flamencura denotando un proceso de permanente evolución, fiera!

En resumidas cuentas, un acierto en la programación dar cabida a jóvenes que raro será si no llegan a ser grandes figuras del Toque o el Cante, maneras tienen, sacrificio no les falta y corazón le ponen a lo que hacen prueba evidente es que el público supo pagárselo con los aplausos y oles a tiempo que sin duda merecían los tres.