Un artista…

Me quedaría con Pedro Bacán porque es uno de los artistas que más me ha influído en mi forma de tocar y de entender la música. Es decir, los cuatro discos que hizo de «Noches Gitanas en Lebrija» nos marcan a todos los jóvenes que estamos en Lebrija hoy porque es lo que hemos vivido desde chicos y ahora lo podemos revivir en audio. El otro día, llegando de Miami iba en el coche hablando con mi prima y me decía – escucha ésto que son dos minutos – y me pone a Pedro cantando por Bulerías y todos esos gitanos haciendo compás por detrás… A mí se me saltaron las lágrimas. Esa es la tierra y él la ha defendido. Ha dejado grabada esa esencia de la tierra y ha hecho posible que hoy la podemos escuchar. A parte del pedazo de guitarrista que es y que se hizo de la nada. La guitarra en Lebrija casi no hubo hasta que llegó él, creo que tiene mucho mérito que acabara tocando de esa manera.

¿Y uno vivo? …

El Paquete. Él le dio la vuelta a la guitarra, cogió y le dio otra forma a la manera de componer, a la rítmica, a las armonías … Recuerdo que yo de niño escuchaba a la Barbería, los temas instrumentales y de ahí no pasaba. Se acababa el instrumental y le daba para atrás una vez y otra, y otra…. Me enganchaba eso, ya venía con otra apertura. Hacía que el Flamenco fuera más universal. A mí me marcó de esa manera.

Un nuevo flamenco…

Yo nunca hablo en mis conversaciones del nuevo flamenco. Hablo de Flamenco y las generaciones las hay más nuevas y más tradicionales. Fíjate donde hemos llegado que Lole y Manuel suenan tradicional y el tío Manuel me contaba que los mayores criticaban lo que él estaba haciendo. Yo creo que tenemos que ir con los tiempos porque al tiempo no hay quien escape. El Flamenco tampoco va a poder escapar a eso. Hablar de Flamenco implica hablar del de ahora, del que ya ha sucedido y del que está por venir, así que hablar de nuevo o de tradicional, no sé, me gusta todo lo que es Flamenco. Eso es lo que entiendo, no entiendo otra cosa.

Un palo…

Hay tantos que es complicado pero me quedaría con la Bulería porque creo que seguro la inventó un gitano. El resto de palos se podría discutir, la Malagueña, la Granaína, la Taranta, podríamos hablar de las aportaciones de cada uno pero el ritmo de la Bulería, seguro que lo creó un gitano.

Una letrilla…

En el Flamenco que yo he escuchado tenemos que tener en cuenta que la literatura es gitana. Es la historia de los gitanos y nosotros no hemos escrito ningún libro sobre ello pero sí la hemos escrito a través de las letras. Hay una que puede ser del 1700, de cuando nos llevaban a las galeras y que el otro día en una conversación con gente yo decía que había que reconocer al pueblo gitano en los libros de texto de los colegios, que no se habla en ningún sitio y tiene que aparecer porque hemos hecho una aportación clarísima. La letra que te digo es:

«Los llevarán al muelle

que las oleaítas del mar los acompañen

Dios los guarde y los consuele».

A esos gitanos los llevaban a la galeras y ya no volvían. Ahora que venga alguien y me diga una letra más antigua que esa.

Una actuación para el recuerdo…

El día que estrenamos en Pamplona, hace unos cinco años, un espectáculo de Flamenco Jazz y eso era como los Siete Magníficos. Estaba Javier Colina, Caramelo de Cuba, Antonio Serrano, Jorge Pardo que lo lideraba, Jerry González, Piraña y en medio de todo eso estaba yo, que era más jóven y para mí tocar con esta peña era como estar en un nube.

También los momentos con el tío Juan el Lebrijano. Yo tendría 25 años y empezaba a salir de Lebrija para tocar, ya hacía mis cosas de jazz y recuerdo que hacíamos una soleá y él me decía – sobrino tú méteme esas cosas tuyas – llevábamos el Cante muy medido en los ensayos y cuando nos subimos al escenario se inventó la Soleá entera. Lo cambió todo. Bailaba Pastora Galván y le hizo una letra que se la inventó en el momento. Cosas de genios.

Y otra ocasión muy especial fue el día que me llamó Arcángel para formar parte de su equipo aconsejado por Dani de Morón. En Festival Flamenco On Fire toqué por primera vez  con ellos «Al Este del Cante» y acabamos de ganar un Grammy Latino al mejor álbum de Flamenco por este trabajo.  Es un reconocimiento a nivel mundial y podría decir que es el primer reconocimiento que tengo en mi vida. No tengo ningún diploma, ni título, ni premio anterior a éste, aunque estar con Arcángel y todo el equipo ya es un premio solamente por el aprendizaje del día a día y por suerte así me ocurre con todas las personas de las que me rodeo.

Tu próximo espectáculo…

El día 29 de este mes estamos en Centro Cultural Nicolás Salmerón de Madrid con «AGaleano». Además tenemos muchas ganas de encontrarnos otra vez que llevamos unos meses sin hacer nada juntos.

El 30 presentamos el disco de «Flamenco Estándar » con Pablo Martín Caminero, Mar Miralta y Enriquito en el Festival de Jazz de Madrid. También hacemos el Voll Damm con este espectáculo.

Además tengo Máster Class en Barcelona… Y el nuevo proyecto lo estoy empezando, y aunque ya lo hemos estrenado le voy a dar algunas vueltas.

Define Flamenco…

Me costaría la vida decir un significado porque no sé lo que significa, sencillamente lo vivo. Es vivir. Sino hubiera Flamenco no sé cómo viviría, no me lo explico. Desde que naces hasta que te vas. Recuerdo a mi abuela la pobrecita en la cama ya para irse, la pinchaban morfina y salía cantando de una forma que no te imaginas. Ahí entendí yo que ésto iba a ser para toda la vida. Me acuerdo mis tíos le decían – Ma´calla que estamos en el hospital –   y ella respondía que cómo se iba a callar si estaban ahí los niños chicos bailando. Ella nos veía a nosotros de pequeños bailando. Yo ahora lo hago con mis hijos… Es que nosotros sin el Flamenco qué hacemos… El Flamenco es la vida. A parte de todo eso es un música que traspasa pero eso está ya más que definido. Los genios más grandes se han vuelto locos con el Flamenco, Lorca, Falla, Miles Davis… Hay que cuidarlo.

Fotos de Carmen Fernández – Enríquez.

Entrevista realizada en El Callejón de Madrid.