Un artista…

Terremoto y Manolo Caracol.

¿Y uno vivo? …

Juan Villar. Es el cantaor con el que más me identifico.

Un nuevo flamenco…

Pienso en algún artista joven, porque el Flamenco no es nuevo y el que canta bien, canta flamenco puro.

Un palo…

Soleá.

Una letrilla…

Una de un poeta de Cádiz que era Alfonso de Gaspar, que para mí no está reconocido como debería. Le hizo muchas letras a Juan Villar y hoy en día se canta mucho. A mí por donde voy me piden que cante sus letras:

«Mirando al mar comparé

las olas embravecidas con el amor que te tengo

y era más fuerte el cariño

que la tempestad del viento».

Una actuación para el recuerdo…

Una vez que hice «El Amor Brujo» en el Teatro Falla con una Orquesta Sinfónica Rusa. Me marcó mucho porque fue algo importante y diferente a lo que había hecho hasta entonces.

Tu próximo espectáculo…

Hay propuestas para grabar pero aún no tengo fecha clara, aunque será pronto. De actuaciones estoy haciendo ronda de Tablaos en Madrid, Granada, vuelvo a Madrid e iré al Corral de la Morería, Las Carboneras, Cardamomo. También el 17 de Junio canto en el espectáculo de Rapico en el Círculo de Bellas Artes. Voy a Algodonales el 4 de Agosto con un recital mío y luego voy con Macarena Ramírez a Francia.

Define Flamenco…

A mí me viene a la cabeza mi abuelo y su cante, no era profesional aunque cantaba con una importancia enorme. Es en lo que me he criado. El Flamenco es de donde yo vengo, mi forma de expresarme, de comunicarme. Los cantaores tenemos nuestro medio de comunicación en la garganta. Cuando estoy triste mi mejor forma de expresar es cantando. Quizá las personas de fuera del mundo artístico piensan que cómo tenemos ganas de cantar cuando tenemos penas pero cuando un artista está mal, el Cante es nuestro desahogo.

Fotos de Carmen Fernández – Enríquez.