Un artista…

Pastora Pavón, «La Niña de los Peines», sin duda. Es una artista sobre la que hice un espectáculo, «Pastora Eterna». Desde niña he estado escuchando sus cantes pero gracias al espectáculo estuve ahondando en el personaje y me parece una mujer súper adelantada a su época y súper transgresora, que supo hacerse un hueco en un mundo muy difícil en esa época, que era un mundo de hombres. Gracias a ella las cantaoras tenemos un hueco. Ella ha abierto una estela muy grande.

¿Y uno vivo? …

Es muy difícil pero Manolo Sanlúcar. La primera vez que yo me encontré con «Tauromagia» o «Medea»…Son los discos que más he escuchado y más he regalado.

Un nuevo flamenco…

Me quedo con la gente que apuesta por el flamenco de verdad, por la gente que basa su música en lo que viene de atrás. Los que conocen los cimientos, los que respetan a los maestros que nos precedieron. Me quedo con la juventud estudiosa, con la gente con personalidad, que tienen un metal de voz y una manera especial de hacer las cosas. Valoro mucho la creatividad. Que creo que está muy relacionada con lo que uno sabe.

Un palo…

La Seguiriya es el cante donde más me encuentro, donde soy más yo. Siendo de Cádiz me quedo también con La Rosa, que es un cante que he intentado recuperar de mi tierra, es una cantiña de Sanlúcar.

Una letrilla…

Hay una letra que me hizo un poeta de Sanlúcar que se llama Eduardo Domínguez Lobato para mi primer disco, en el año 94 y dice así:

«Criticar, los errores de cualquiera

es muy fácil criticar

porque es igual que lidiar

toros desde la barrera,

porque allí no dan cornás».

Una actuación para el recuerdo…

La que más me ha marcado fue en La Bienal del 2000 que tuve la suerte de ganar «El Giraldillo» de jóvenes, en la undécima Bienal de Sevilla en el Teatro Lope de Vega. También me marcó mucho en el Teatro Real con el maestro Enrique de Melchor y Jorge Pardo, en la entrega de Premios José María Forqué y nos llevaron al Maestro Gúito y a mí de artistas invitados. Y tuve la suerte de conocer en el año 92 a La Niña de la Puebla y cantarle al oído en un homenaje que se le hizo, estaba allí Juan Valderrama, Juanito Maravilla, yo era una niña, tenía 12 años y conocer a esos monstruos que he admirado desde chiquitita pues es muy grande también. O la primera actuación que hice con «A Mis Soledades», el espectáculo que tuve la suerte de estar muchos años con José Menese…Lo que pasa que el duende a veces es muy caprichoso y aparece en la Peña de al lado de tu casa…Aparece donde quiere.

Tu próximo espectáculo…

Estoy ahora con la promo del disco «Tejiendo Lunas», que estoy como «La Beyoncé», haciendo muchas entrevistas, muchas televisiones. Y estoy muy contenta porque me estáis llamando muchos profesionales del medio y cerrando muchas fechas para el 2016 por España y por fuera.

Define Flamenco…

El Flamenco es lo que nos salva, como el arte, yo creo que el arte es lo que nos salva. A mí el Flamenco, de chica mi maestro me decía, Laura es que el arte es como para los pájaros el segundo «saltaero». Cuando a un pájaro se le pone un segundo «saltaero» dicen que canta mejor, no? Pues yo creo que el Flamenco para mí es ese segundo «saltaero». Es una forma de vida, yo no concibo mi vida sin el cante. Es lo que hago desde que tenía 5 años, lo que me he «empapao» de mi padre, mis abuelos y es lo que me salva.

Foto realizada por Marta Vila y cedida por Laura Vital.