Un artista…

No solamente por lo que es para todos nosotros por la guitarra sino por el esfuerzo grandísimo y haber conseguido que alguien como yo que viene de una familia que no tiene nada que ver con el Flamenco diga en su casa que no quiere estudiar ninguna carrera, que quiere ser guitarrista y sus padres lo respeten y vean la guitarra como algo más que digno, como una gran carrera, por supuesto, te diré Paco de Lucía. Él es el culpable de que muchas familias asocien guitarra flamenca a una gran profesión y a un instrumento que nos representa a Andalucía y a los españoles por todos lados.

¿Y uno vivo? …

Cualquiera de los cantaores que aparecen en mi disco «21». Es que dar un nombre es complicado porque cuando mencionas a alguien porque te gusta parece que no te gustan los demás y eso no es así.

Un nuevo flamenco…

Me viene a la cabeza Melchor de Marchena que era más nuevo que todo lo que yo escucho ahora o Diego del Gastor. No pienso en nada actual, pienso en personas que en su época aportaron muchísimas cosas.

Un palo…

La Soleá, sin duda.

Una letrilla…

Tengo una memoria horrible para las letras. Las melodías en cuanto escucho dos notas intuyo lo que viene, incluso los estilos de cante los asocio a las líneas melódicas, pero eso ha creado el defecto de que me cueste mucho memorizar una letra. Así que prefiero decirte «Luzía», por ser la madre de quien era y porque es el tema del disco para mí más importante y determinante en la historia de la guitarra. Es el que cambia la guitarra, incluso es un cambio en él, renuncia a recursos técnicos en busca del mensaje.

Una actuación para el recuerdo…

La presentación de lo que iba a ser este disco en el Alcázar de Sevilla. Por lo que supone actuar en una Bienal, porque vino Israel Galván que hizo una excepción por estar conmigo aquel día, también estuvieron Jesús Méndez, Duquende, Rocío Márquez y Arcángel. Por el marco, por esa imagen tan impactante que tiene el artista desde el escenario que ve la Giralda. Fue algo muy llamativo. Lo viví con una especial pasión.

Tu próximo espectáculo…

Acabo de lanzar mi nuevo disco «21» que nace de la admiración que le tengo a bastantes guitarristas que a lo largo de la historia le han tocado a muchos cantaores distintos haciéndolo y adaptándose muy bien y se han sabido desdoblar para cada cantaor, transformarse en alguien pero sin perder su propia personalidad y es algo que me ha parecido siempre alucinante. Yo he querido copiar ese espíritu y esa forma de entender las cosas; escoger un cantaor y crear un mundo sonoro paralelo a él, no para intentar taparlo ni quitarle protagonismo sino todo lo contrario. A través de estar tú más activo creando melodías y armonías a la vez que canta, siempre respetando y conociendo lo que viene, que es la clave para hacer algo distinto, intentar cambiar ese mundo sonoro y desde ese chispazo nace esta idea, con la gran suerte de que los cantaores con los que he contado me dijeron como quieras y cuando quieras y así ha sido.

Al contarle la historia a Arcángel se mete en el proyecto de lleno y se echa a la espalda una parte importantísima de la producción que es elegir los cantes, proponerle a los cantaores un estilo determinado que para la gran mayoría son estilos que no están en su repertorio habitual. Él me deja las voces editadas y decididas para que yo a continuación haga todo lo demás que quería hacer que era rodear con guitarra, palmas y percusión todo ésto para no perder el espíritu y que cada uno tenga un arreglo musical adecuado al lenguaje que utiliza cantando. He contado con artistas de la talla de El Pele, Miguel Poveda, Duquende, Estrella Morente, Jesús Méndez, Rocío Márquez, Arcángel, Pitingo, Marina Heredia, Antonio Reyes y Esperanza Fernández.

Vamos a presentarlo el 13 de Julio en el Alcázar de Jerez y a la semana siguiente Sevilla, Nimes, Holanda, Madrid en el Auditorio… También estoy metido de lleno con Arcángel y las Voces Búlgaras.

Define Flamenco…

Para mí el Flamenco es otra forma de hablar, otro lenguaje. Yo descubrí la guitarra a través de otra música, el flamenco me llegó después. Mi ilusión era tocar el piano pero fue descubrir la guitarra flamenca y me dio tal flechazo… Descubrí una forma tan directa de comunicarme y de hacer música que lo tenía todo, que no tenía ningún sentimiento que se le escapara que me pegó ese pellizco que te pega cuando algo te gusta tanto. Me imagino que es química. Lo primero que me puso el profesor para aprender era el Fandango «Aire Choquero» del disco «Fuente y Caudal» de Paco y ahí es donde descubro cosas y todo lo que empiezo a escuchar me alucina y lógicamente aparece Diego del Gastor porque viviendo en Morón es lo normal. Bendita la hora que mis padres se conocieron allí porque si no, probablemente no habría caído una guitarra en mis manos, allí siempre había una cerca y alguien que te puede enseñar. De ahí el orgullo de llevar por todo el mundo Morón, más allá de lo musical, por lo que supone la suerte o el destino de haber crecido allí y que descubrir el flamenco haya sido un poco más fácil que si hubiera sido de otro lugar.

Fotos de Carmen Fernández – Enríquez.

Entrevista realizada en Casa Patas.