Y la magia apareció…Él dice que los duendes no existen y yo no voy a ser quien contradiga a un maestro de tal categoría, pero lo que sí me atrevo a asegurar es que la magia sí existe y la noche del sábado fue exactamente éso, pura magia.

Todo comenzaba días antes, cuando por sorpresa nos anuncian el recital de «El Pele» en el «Restaurante El Mirador de Rivas» para el día 12 de Marzo, cita ineludible, y allí nos fuimos. Lleno hasta la bandera, aficionados y músicos, como Pablo Vega, entre el público. Se podía mascar la expectación y los nervios por ver a este cantaor cordobés que pocas veces se puede disfrutar de una forma tan íntima como en este magnífico lugar que tanto hace por el Flamenco.

Recién pasada la media noche, sube al escenario Niño Seve, guitarrista Premio Nacional de Córdoba, que introduce el concierto por Granaínas. Justo después, la artista invitada, Macarena de Jerez, canta por Malagueñas del Mellizo que dedica a Juan Sampedro, entre los allí presentes.

Y ya con el ambiente caldeado, llega él, «El Pele», que se arranca con los «Tientos de la Rosa» para continuar por Soleá, con Manuel Vinaza y Macarena haciéndole compás. Pero no cualquiera, no, la ya denominada Soleá del Pele, que él mismo da su propia vuelta tras haber escuchado cada mañana miles y miles. Esta soleá tiene aires del Portugués, de Fosforito…Y Manuel la hace suya.

Creo que lo más destacable de este artista cordobés es justo eso, la capacidad que tiene de llevar a su terreno cualquiera de los cantes. Una vez que le escuchas, su voz se quedará inmersa en ti para siempre. Su timbre ya no se te olvidará jamás. Podrás reconocerlo con escucharle un «ay!». Es la pura esencia de los grandes artistas.

Llega el momento de entrar por Fandangos. Con la cejilla al 1, turno de las Alegrías, y a partir de aquí, Bulerías, entre otras a Mª de las Mercedes.

Se acabaron las sorpresas?Rotundamente no. Y es que El Pele debía estar a gusto porque para dar más muestra de su arte, decidió coger la guitarra y tocarle él a Macarena, que siguió por bulerías, interpretó María de la O y bailó mientras cantaba con una fuerza y un desgarro que arrancaron una gran ovación del público.

Final por Tangos, «Vengo del Moro». Así nos dejó extasiados, con muchas ganas de más. Imposible encontrar más flamencura en una noche que como decía al principio de la crónica, fue pura magia. Genio y Figura!

Foto y vídeo de Sara G. Photography.