Diferente, lo que anoche vivimos en la Sala García Lorca fue totalmente diferente. No es fácil encontrar sobre un escenario el cante y el baile que se hace en las juergas flamencas de las casas. Tal y como los flamencos vivimos nuestras fiestas y reuniones. No es habitual que se traslade a las salas de conciertos, pero anoche fue así.

Anoche José y Perico Pañero hicieron demostración del arte gaditano en cada palo, cantiñas, soleá, tonás, fandangos, hubo de todo, pero en cada uno, se reflejó la sencillez y naturalidad en el cante de estos dos hermanos, que con sus peculiares y diferentes voces y estilos, pusieron sobre las tablas la forma y el contenido de sus entrañas.

Si José brilló cantando y bailando por tangos, Perico lo hizo por soleá y juntos, por bulerías, con los que hicieron el fin de fiesta.

Nosotros vivimos el concierto acompañados de Guadiana, cantaor que comentaba precisamente ésto, lo difícil que es encontrar esa intimidad de las casas en un concierto abierto al público. Qué generosidad la de los Pañero.

Su gracia flamenca quedó impregnada para siempre en la Fundación casa Patas, que una vez más, junto con Antonio Benamargo, ha puesto el listón altísimo en los carteles de sus espectáculos, marcando diferencia, pureza y sobre todo, flamenco, lo mejor del flamenco.

Os dejamos con un trocito del concierto.