De la Sala García Lorca, Fundación Casa Patas, Rafa Manjavacas dijo una vez que era el lugar » donde el cante sabe a gloria», la noche del sábado 13 esta sentencia se hizo real pero con el Toque, la guitarra de Javier Conde nos supo a gloria a todos.

Es realmente emocionante poder asistir a recitales en los que se puede ver que la continuidad del Flamenco, de la calidad en este género y, sobre todo de la flamencura, está garantizada. El virtuosismo de Javier a las cuerdas, ya a su edad deja entrever la relevancia que va a tener este artista en nuestro panorama.

Comenzó en solitario y por taranta, de Serranito. Y anunció que el concierto iba a ser su homenaje a los grandes maestros de la guitarra, y así lo hizo. Continuó por alegrías, en este caso de Paco de Lucía, las de «La Plaza de San Juan», y por granaína de Gerardo Núñez.

Este fue el momento en el que invitó a su padre, José A. Conde, a salir con él al escenario y juntos hicieron algunas piezas como  «Cueva del Gato», rondeña de Paco de Lucía  y una rumba de propia composición.

Tras el descanso y de nuevo en solitario, Javier tocó por soleá, del gran mito, Sabicas y también hizo una Danza Árabe de este genio.

Una Fantasía por Bulerías, «Tartaneros», con motivo de los 4 muleros, de Andrés Batista fue el preludio de la vuelta de la segunda guitarra al escenario. Fue este el momento de «Cañaveral», las verdiales de Gerardo Núñez  y «Entre Dos Aguas», y el anuncio de Javier de que llegaba el final, ya que como él mismo contaba con mucha gracia, ni había cenado, y dadas las horas, era el momento de ir terminando. Fue con una canción popular, «Pájaro Campana».

No consiguió Javier tan pronto su descanso ya que, tras poner a la sala entera en pie, y salir del escenario, tuvo que volver, pues los aplausos no cesaban.

Remate por «El Sitio de Zaragoza», con el que volvió a poner en pie y a arrancar los emocionados jaleos de los allí presentes, sobre todo en el momento en el que hizo sonar a través de sus cuerdas, un redoble de tambor, como hacía el propio Sabicas.

Javier, puedes estar seguro que él estará orgulloso de ti y si puede escucharte desde donde esté, sentirá la tranquilidad que sentimos los aficionados al ver, que como decimos al inicio de esta crónica, la continuidad de la guitarra flamenca está garantizada en manos como las tuyas. Gran concierto, sí señor!

Os dejamos con su interpretación de «Cueva del Gato», rondeña de Paco de Lucía.

Foto y vídeo de Carmen Fernández-Enríquez.