La segunda velada del Ciclo Flamenco Joven 2016 que se celebra en el Teatro Conde Duque de Madrid, tuvo el gusto de acoger estas tres localidades andaluzas, Chipiona, Cádiz y Granada, a través de los tres protagonistas de la noche, Samuel Serrano, May Fernández y Alba Heredia.

Comenzaba la noche con el joven cantaor acompañado del guitarrista Miguel Salado, lo hacían por Soleá, seguían por Seguiriya y daban fin a su actuación por Bulerías. El cante de Samuel Serrano es gitano a más no poder, de voz rota, llena de transmisión, deja quejíos que te revuelven. Sin duda teníamos delante a uno de los futuros cantaores que marcarán momentos importantes en el Flamenco. Con remates que se acuerdan de Rancapino, ha sido Samuel uno de los tesoros de esta edición.

Tras su intervención, nos trasladábamos a la tacita de plata, la cantaora May Fernández, acompañada por Salado también, llegaba por Alegrías. Si en los aires de su tierra ya mostraba la calidez de su voz, fue en su cante por Malagueñas donde consiguió emocionar a muchos de los allí presentes. Finalizó también por Bulerías con bastante gracia y buen compás. Compás que por cierto ponían por palmas Diego Montoya y Tate Núñez. May es digna heredera de Chano Lobato y representa su tierra con bastante buen gusto y mucho sentir.

El baile lo protagonizaba Alba Heredia, con su particular manera de vivirlo y su pasión desenfrenada que se refleja en sus pasos, sus gestos, sus brazos, incluso sus quejíos, porque esta granaína descarga tanta tensión en el escenario que a veces se la escuchan ecos de desgarro. Acompañada al toque de Luis Mariano, al Cante de Juan Ángel Tirado y Jonhy Cortés, sacó los aplausos del público, más de una vez, a mitad de sus intervenciones, pues esa misma pasión que ella desborda, la contagia al respetable, creando un ambiente en el teatro de mucho calor. Con sus cambios de vestuario la bailaora muestra su capacidad de mover los volantes como si hubiera nacido con ellos puestos. Marca propia sin duda la de Alba, que no se pierde últimamente un cartel que se precie.

Así acabó esta segunda jornada de un ciclo de corta edad pero que todo apunta que va a tener una larga vida.

Fotos de Carmen Fernández – Enríquez.