«Ahora decimos que innovamos y la primera que innovó e hizo mestizaje se llama Niña de los Peines, Pastora».
Discazo a la Vista! Un encuentro precioso entre dos de los artistas flamencos con mayor relevancia, pero contadme la verdad, la idea de grabar juntos ¿surge el año pasado en el homenaje a Pepe Habichuela?
Tomate – No, mira la prueba donde está ( señala la carátula del cd «Verde Junco» que teníamos allí para que la firmasen ), nunca hemos perdido el contacto, él ha hecho un disco y siempre me ha llamado – «mira Tomate que vamos a hacer ésto, ven y toca» – . Mi niño tuvo mucha gracia porque un día me dice que estaba oyendo ese disco por primera vez y escuchó una guitarra y pensó – «¿quién es este tío ? Qué bien toca, unas falsetas como las de mi padre, ¿quién será?» – y es que era yo.
Mercé – No, de mucho antes. Es una cosa que siempre ha estado ahí. En casi todos mis discos está el Tomate conmigo en algún tema. Ha sido una necesidad porque ya hemos visto como está el mundo del flamenco, todos hemos hecho de todo. Era un momento bueno por la edad que tenemos y después de haberse ido todos los artistas que se han ido por desgracia, pues hemos querido hacerlo para disfrutar y hacer una gira los dos, divertirnos. Que la gente disfrute viéndonos juntos en el escenario. Esa ha sido la idea. Nos conocemos de toda la vida, y nos llevamos muy bien, lo único que yo no sé montar a caballo (ríen).
Y sois de equipos distintos ¿no?
Mercé – No, no… Aquí todos del Madrid o nada.
Tomate – Lo primero que me dijo si no eres del Madrid no grabamos y yo, pues del Madrid.
Este disco está concebido como una reivindicación del Flamenco…
Mercé – No, hasta ahí no llegamos.
Tomate – Hasta ahí no llegamos porque nosotros no somos nadie para reivindicar nada. Lo que pasa que sí es verdad que venimos de hacer varios proyectos como con Michel Camilo o el Sinfónico de Mercé. Llega un momento que yo pensé que si hacíamos un disco tenía que ser flamenco. Cuando decidimos hacerlo yo como productor pienso, pues ahora me voy a aprovechar, canta por Seguiriya, por Soleá…. A él no hace falta convencerlo pero es un poco sensible y como ahora quería hacer flamenco, se lo propuse y aceptó. Nosotros tenemos trabajo cada uno por su lado pero ésto lo hemos hecho como un homenaje a nosotros mismos y a los palos del flamenco que son hermosísimos. Gracias a Dios estamos aquí. Somos flamencos los dos. Si me saco la sangre y muero, esa sería la única forma en que no sería flamenco.
Mercé – No te pongas tan dramático, haz el favor (ríen).
Vosotros sois dos de las figuras que habéis atraído a un montón de personas que inicialmente no tenían nada que ver con el flamenco hacia este arte y eso es una responsabilidad enorme… En mi caso por ejemplo, como aficionada, fue así… ¿Sois conscientes de ésto? ¿Y de la influencia que tenéis para el Flamenco?
Mercé – Gracias a esas grabaciones que hemos hecho, tú misma lo estás diciendo, mucha gente que no se había acercado al Flamenco nunca, han entrado ahí, con «Aire», con «Como el Agua», pero lo bonito es cuando ya ha terminado el concierto y te encuentras con esas personas y te dicen «maestro, esta Soleá, o esta Seguiriya…» – eso da una satisfacción muy grande porque piensas, éste ya ha entrado en el canasto del flamenco, que es lo que nos interesa. Es nuestra cultura y nuestra marca España.
«La música es la alegría de la vida. ¿Tú te imaginas sin música lo aburrido que sería todo?»
Vamos un poco hacia atrás por favor…. ¿cuándo y cómo decidís hacer del Flamenco vuestra profesión?
Mercé y Tomate – Eso no se piensa.
Tomate – Yo nunca lo pensé, dejé el colegio y lo único que quería era coger la guitarra. Luego empecé a ser profesional porque ganaba un poco de dinero y después se hizo mi oficio pero yo estoy enamorado del instrumento hasta el hueso.
Mercé – Yo dejo el colegio con trece años y me voy al tablao de Cádiz, ahí empiezo mi carrera, donde tengo la suerte de conocer a Camarón, bueno en realidad él se entera que hay un niño de Jerez que está cantando allí, coge el Talgo y se va a conocerme. Luego vengo a Madrid y empezamos a trabajar los dos en Torres Bermejas. Entonces ya fue mi profesión pero vengo de una dinastía de cantaores, mi tatarabuelo Paco de la Luz que creó una seguiriya, mi tío es Manuel Soto Sordera, toda mi gente y mi familia. Pero no pensé nunca en dedicarme a ello, sale de forma natural.
Antiguamente el Flamenco se vivía en las casas, patios de vecinos, fiestas privadas… ¿Dónde queda eso? ¿En vuestra casa lo seguís viviendo así todavía?
Tomate – En mi casa sí. Mi hijo toca, mis nietos cantan y bailan, mi mujer siempre les hace las fiestas a los niños con compás. Yo sí me he criado en el barrio y empecé a tocar con un cartón de las bombillas, que tenía unos montículos y yo rasgueaba y mi madre siempre me decía que parara con el ruido.
Mercé – Yo en el Barrio de Santiago imagínate lo que he vivido de chiquitito. Todos vivíamos en casas de vecinos y como todos los niños cuando salíamos del colegio nos íbamos a jugar a la pelota pero nuestro final era en cualquier esquinita del barrio todos cantando y tocando por Bulerías, eso es lo que hemos mamado. Ahora ya eso no existe porque los barrios han ido desapareciendo y ya no es lo mismo.
Tomate – Es que ha cambiado hasta la edificación, antes los barrios eran de otra manera. La gente que vivía allí ya no es la misma.
Creo que a los dos os ha pasado algo que seguramente ha marcado vuestra vida y que tenéis en común. Me refiero a que ambos habéis estado durante muchos años al lado de un compañero de fatigas y alegrías, que además de un amigo para vosotros era un artistazo. Obviamente en tu caso, Tomate, me refiero a Camarón y en el tuyo, José, al Moraíto. ¿Cómo se plantea uno el cambio de su carrera cuando ellos dejan de estar? Supongo que uno encaja las piezas a partir de lo aprendido para volver a construir, pero ¿Cómo se hace la elección de los músicos de los que uno se va a acompañar a partir de ese momento?
Mercé – Muy difícil, imagínate. Tomate estaba con Camarón y yo con Morao.
Tomate – Yo lo he tenido más difícil que él porque una vez que eso pasó los cantaores no querían que yo les tocara, porque decían que yo le tocaba a Camarón y ya está. Si me pilla ahora con mi edad les llamaría envidiosos. Pero que me tuve que hacer solista a la fuerza.
Mercé – El Moraíto y yo hemos trabajado mucho y hemos sido una gran pareja. Me quedo sin guitarra, igual que él se queda sin cantaor. Ahora años después dijimos hay que hacer un disquito y qué mejor que juntos.
¿De qué manera queda reflejada la influencia de ellos dos en lo que viene después?
Mercé y Tomate – Ellos están siempre presentes.
Tomate – Moraíto es un artista inolvidable, una persona excelente. Nadie habla mal de él nunca. Nosotros nos hemos pasado la vida tocando y nos hemos criado en los Festivales y jamás hemos tenido rivalidad. De Camarón qué te voy a decir que no sepas ya.
Mercé – Tanto Tomate como yo hemos tenido la gran suerte de haber vivido en Madrid esa época maravillosa de los años setenta en la que todos los grandes artistas estaban aquí y ahora estamos en una etapa rodeados de gente jóven que también lo hace muy bien y de los que también aprendemos. Por eso hacer este disco, que se llama «De Verdad» y se llama así porque así es como hemos tocado y cantado, de verdad y con mucho cariño.
Tomate – Sin querer más cosas, solamente hacer una seguiriya o una soleá, elegir las letras y los estilos.
Mercé – Acordándonos de lo antiguo porque por ejemplo como se hace esa Seguiriya, al golpe, estás tocando como la época de Mojama, eso no se hace hoy y no se puede olvidar. Yo creo ya es hora de que pongamos el flamenco en su sitio y recordar lo que es una guitarra y un cantaor.
Tomate – Los dos venimos de hacer otras cosas que nos han apetecido también, pero mira , él va por la calle y la gente lo para y le dice Mercé, qué bonito «Aire» o lo que has hecho con la Sinfónica…. Y ahora si esa gente es adicta a Mercé y escucha la soleá, igual le gusta o no, pero por lo menos la va a escuchar.
«Si quieres educar a unos niños y enseñarles sobre el flamenco no se les puede engañar. No hay que confundir a la gente».
Estamos hablando y me vais contestando sin saberlo a preguntas que voy a haceros ahora porque justo quería que me comentaseis ya que en este disco recordáis al Mojama, al tío Borrico… Era otra época en la que están las bases…
Mercé – A Lola Flores también que ha sido un genio, esa Zambra que la hemos hecho, preciosa. La culpa de eso la tienen Kiki Cortiñas, y es gallego, ¿eh? Es un chaval jóven del cual nosotros dos hemos aprendido mucho también.
Tomate – Es un gran músico.
Sí y creo que es de justicia reconocer su labor fundamental en este trabajo discográfico, ya que ha compuesto casi toda la música y las letras…. Tomate tú lo tienes en casa y creo que hoy en día es uno de los músicos con mayor creatividad y conocimiento para llevar a cabo estos proyectos….
Tomate – Cuando tú haces un disco pides temas, y estando Kiki le pedí que me enseñara lo que tenía por ahí. Entonces me enseñó la Zambra, que él la había hecho por tangos, y aunque es el mismo tiempo, parece más Zambra. Es un pequeño matiz que él ya sabía solo que nuestra experiencia…. La Soleá de Mojama, esta es la melodía que tiene y ahora se mete una letra nueva para no grabar la letra popular de toda la vida. Los giros, pues cogemos los de Mojama. Por ejemplo, Kiki presenta el tema «Pa Jerez» y cuando lo hablamos le digo, mira hay que hacer algo que le pegue a Mercé y entonces Kiki se pone a estudiar Jerez, un gallego y busca el barrio de Santiago, tío Manuel…
Mercé – Vamos que conoce Jerez mejor que yo.
Tomate – Es muy inteligente, lo hace muy bien… Su armonía, él toca su guitarra y lo presenta todo como lo tiene que presentar un artista, un compositor.
Actualmente quedan pocos de una generación que ha sido realmente importante para el flamenco, ¿cómo ves el futuro de este arte?¿Crees que seguirá conservándose la pureza?
Mercé – Yo tengo esa sensación y espero que por el bien de nuestra cultura la gente joven sepa llevar el flamenco donde hay que llevarlo. Que luego le pongan su personalidad, que se diviertan, pero que nunca se olviden de dónde venimos y de cuál es la raíz. Eso es lo más importante.
Tomate – Es una música tan de verdad que de lo que entre del exterior al flamenco, lo que vale se quedará y lo que no valga desaparecerá como ha venido. En las músicas de raíz tiene que pasar eso porque si están vivas tienen que moverse.
Mercé – Sino, están estancadas, muertas.
Los dos habéis recorrido el mundo y habéis llenado espacios enormes con el Flamenco por bandera, ¿sentís que se acoge mejor fuera que dentro de España? Y si es así, ¿dónde creéis que está la clave? ¿Por qué sucede ésto?
Mercé – Yo no creo que se aprecie más, creo que en el extranjero van más mentalizados de lo que van a a escuchar. Si van a un concierto de flamenco saben a lo que van y quieren aprender. El problema que tenemos en España es que nos pensamos que lo tenemos todo aprendido, y como lo tenemos aquí parece que le damos menos importancia, pero ya no los aficionados, los señores que tenemos arriba, que son los que tienen que luchar por la marca España y parece ser que les da igual, siendo Patrimonio de la Humanidad y lo que seamos. Parece ser que somos de segunda división y esta reivindicación sí que la estaré haciendo hasta que de una vez por todas se den cuenta de que la cultura más importante que tenemos es el Flamenco.
Tomate – Depende también de la educación musical yo creo. Lo mismo es más fácil en el exterior escuchar un concierto de guitarra que uno de cante, por el idioma. La guitarra es un idioma universal que cualquiera lo entiende porque no hay lenguaje oral, es música. Pero es que en el extranjero desde niños tienen esa educación musical. Ya saben que es importante para la vida la música. Cuando le dices a un niño chiquitito ¿qué música te gusta? Le crías en eso y cuando tiene ya uso de razón y se hace mayor, le dará importancia a esta palabra, música. Después ya te das cuenta que es la alegría de la vida. ¿Tú te imaginas sin música lo aburrido que sería todo? Nada más que escuchando ruido.
Mercé – Es mucho más fácil al oído un concierto de guitarra, por ejemplo en un país donde no se hable español, o más vistoso ver a una bailaora, por ejemplo. Aunque yo he tenido la satisfacción de llegar a Nueva York o Chicago y he cantado por Seguiriya o por Malagueña o Soleá y he visto a la gente, a puros yankies, con tirantes y pantalones de cuadros, llorar.
«Yo estoy enamorado del instrumento hasta el hueso».
Nosotras tenemos un servicio para turistas, que es en realidad por lo que nace la web, y que es para turistas porque los españoles no lo contratan, de acercamiento al flamenco y vamos con ellos a ver Cante y Guitarra sobre todo. Los llevamos a Peñas, aquí a la García Lorca… Y cada vez que lo hacemos hemos visto justo esto, gente que no habla ni una palabra de nuestro idioma, romper a llorar escuchando una seguiriya.
Mercé – Eso es la transmisión.
Con respecto a lo que habláis de los niños, me llama la atención mucho que en los colegios se estudia música desde que tienes tres años y nadie habla del flamenco nunca, ¿debería instaurarse como parte de la educación musical para que de esa manera se viva como algo absolutamente natural?
Tomate – En Almería por lo menos un poco sí lo enseñan. A veces los niños vienen a mi calle porque la profesora les ha puesto un trabajo sobre Tomatito, pero en Almería.
Mercé – En Andalucía pasa una cosa y hablo de la Junta de Andalucía. En los libros de texto, y es algo que quiero resaltar, hablan del flamenco y ponen fotografías, ¿sabes de quién son las fotografías del flamenco? De Alejandro Sanz y Malú. A partir de ahí ya no sabes qué decir. No es lícito. ¿A dónde estamos llegando? Si quieres educar a unos niños y enseñarles sobre el flamenco no se les puede engañar. Que pongan a Caracol, a Mairena, a Camarón. Esto ya clama al cielo. Yo he hecho discos de duetos con amigos míos a los que quiero, y he dejado claro que eso era pop. Lo digo a voz llena porque me ha apetecido hacerlo, como ahora me ha apetecido hacer este disco flamenco, pero no hay que confundir a la gente.
Vosotros que sois de la misma generación, ¿qué creéis que aporta la juventud al Flamenco y qué la experiencia de los años?¿Y al revés?¿Qué aporta el Flamenco a la Juventud y qué aporta a los más mayores?
Mercé – El Flamenco aporta a jóvenes y a viejos. Es tan grande que todavía está por descubrir. Nadie todavía después de dos siglos lo ha descubierto. Te mueres, y te vas sin saber. El otro día hablábamos los dos, ahora decimos que innovamos y la primera que innovó e hizo mestizaje se llama Niña de los Peines, Pastora. A veces hablamos de cosas que ella ha hecho ya hace un siglo.
Tomate – Hace unas melodías, que si tú las analizas, las armonías que se pueden hacer con las notas que ella deja y la cantidad de acordes que da si quisiéramos. Lo que pasa que ya el oído está hecho y hay un acorde que siempre hay que hacer como recordatorio del flamenco, pero si un músico estudiara eso y lo pusiera con una orquesta, habría una de armonías. Sin saberlo ella, era un gran músico. Nada más que con su instrumento. Hay una anécdota que cuenta que ella le decía a Pepe Pinto: «Toda tu vida en la fábrica de la música y aún no has aprendido a cantar».
Volvemos al disco. De cara a la gira…. Obviamente hay que poner esto sobre los escenarios, pero creo que vais acompañados por dos guitarristas más ¿cuál va a ser la puesta en escena?
Mercé – No, van dos guitarristas nada más. El padre y el niño.
Tomate – Iremos Mercé, las dos guitarras y los coros. Se trata de que en el escenario todo suene como en el disco. Con eso es suficiente. Visualmente será más bonito. Cuando a ti te gusta un trabajo musical y luego lo ves en directo, los disfrutas mucho.
Por favor ¿me lleváis con vosotros? Me encantaría…
Mercé – No te preocupes que te llevamos.
Tomate – Si te quieres venir… Por lo menos vendrás a vernos, ¿no?
Mercé – El 16 de Noviembre lo estrenamos en el Palau de la música y ya está todo vendido. A Madrid venimos en Julio al Teatro Real. Y fuera iremos si Tomate nos ayuda que él maneja muy bien los idiomas y tiene influencia, yo solo no.
Tomate – Qué guasa tiene.
Mercé – Lo que casi seguro hacemos es el Royal Albert Hall de Londres y a lo mejor el Olympia de París. Puede que Nueva York… Depende porque tampoco lo voy a aguantar mucho, me tiene muy harto (Risas). Porque como dice mi tío Rancapino – «el Flamenco se canta con faltas de ortografía» – y él no me deja cantar así.
Tomate – Eso es una cosa que al Tito le va muy bien por su época y lo dice muy gracioso, pero nosotros vivimos en una era que ya ni faltas de ortografía ni nada. Cuantas menos mejor. Yo me adapté. Afortunadamente me lo he pasado muy bien en mi época y desgraciadamente me tuve que echar al monte como los bandoleros. Yo no venía para tocar solo, lo vuelvo a repetir e hincando los codos y estudiando y dándole vueltas …. No sé música y ahora decido hacer el Concierto de Aranjuez, pues hay que estudiar, ¿no?
Gracias Maestros por este rato. Nunca lo voy a olvidar.
Fotos de Carmen Fernández – Enríquez.
Entrevista realizada en Fundación Casa Patas.
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