La tercera y última noche del Festival Flamenco de Rivas estuvo protagonizada por la emoción y la cercanía de los artistas con el público.

Amalia Andújar joven cantaora pacense, afincada en Rivas, tuvo el calor de sus vecinos y familia que la aplaudieron en cada palo que interpretó. Amalia estaba arropada por muy buenos músicos, Paco Sánchez al piano, Antonio Patrocinio a la guitarra que la cuidó y la realzó en todo momento, y a las palmas Manuel Vinaza, Diego Montoya, Juan Sánchez y Sonia Cortés que la acompañó también haciendo coros.

Comenzó Amalia Andújar cantando el tema «Mi Condena» del disco Persecución del maestro Juan Peña El Lebrijano, a continuación Malagueñas y verdiales, soleá, cantes de levante, y finalizó por tangos en los que para sorpresa y deleite de los asistentes, salió Jorge Pardo para tocar con el grupo de forma magistral.

En su recital Amalia se entregó a su cante con sentimiento y corazón. Fue una noche de dedicatorias, pues se notaba la cercanía y familiaridad de los artistas con el público. La cantaora hizo mención a las víctimas de la violencia de género y le dedicó un cante a la familia de una mujer tristemente fallecida por esta causa en Rivas hace pocos días.

Después de un descanso toma el testigo el maestro, Manuel Moreno Maya, con su estilo tan personal, lleno de melismas, ritmo y sensibilidad. Después de la primera canción interpretada con el pianista Paco Sánchez y Antonio Patrocinio hijo que volvieron para acompañarle, invitó a Jorge Pardo para que hiciera con él la soleá. Fue un momento sublime, ambos se entregaron en este palo y dieron lo mejor de sí mismos. Fue único, genial.

Antonio Patrocinio conoce muy bien a El Pele, se nota entre ellos la complicidad entre sus cuerdas. El tocaor supo interpretar el papel de escudero fiel en toda la gala. Es una de las mejores guitarras de acompañamiento del flamenco, y lo demostró con soltura y su buen hacer más que contrastado.

Luego vinieron unos fandangos en los que El Pele se acercó al público que tenía ganas de escucharle y pasarlo bien. Hizo también su denuncia sobre la violencia de género y tuvo palabras muy sentidas hacia las mujeres. El Pele se sentía como en casa. Tuvo otro detalle muy bonito al quitarse su sombrero y regalárselo a una niña discapacitada que estaba con su familia entre el público, emocionando a todos.

A continuación dedicó unas palabras a su pupila, Amalia Andújar, y la invitó a salir de nuevo para cantar juntos la canción El Alma, y con esto terminar. Pero el público que quería más,  aplaudió insistente y salieron a hacer unas letrillas por tangos.

Y así dieron cierre oficial a esta quinta edición del Festival de Rivas en el Auditorio Pilar Bardem.

Fotos de Vicente Pachon.