Un artista…

Qué difícil… En realidad me quedo con Lola Flores porque es la primera que se me ha venido a la cabeza, con lo cual esa es la que me llama de verdad. Aunque no hiciera Flamenco tradicional pero me quedo con ella porque era mágica. Y eso que nunca la vi en directo.

Como guitarristas Moraíto y Diego del Gastor. No puedo elegir a uno porque me dan cosas diferentes pero flotan los dos.

¿Y uno vivo? …

Es que cada artista tienen un momento en mi vida… No siempre puedo escuchar lo mismo. Me llega mucho Sorderita, me puede, me hace llorar siempre. Me da también mucha alegría y tranquilidad. Es muy humano en su Cante, eso es lo que me transmite.

De Cante me resulta difícil porque soy muy crítica pero hay gente viva increíble como Antonio «El Rubio», Remedios Amaya, Estrella Morente o Rancapino.

Como guitarrista Diego del Morao.

Un nuevo flamenco…

Paquete. Ese es el nuevo flamenco. Conocerlo me ha hecho ver todo lo que antes no veía porque yo no tengo su nivel y me ha abierto una caja de colores infinita.

Un palo…

La Bambera. Le tengo mucho cariño porque de chiquitilla hice un concurso y me dieron el premio. También tiene que ver con mi padre porque a él le encanta y con mis comienzos, cuando yo empezaba y hacía festivales y plazoletas.

Una letrilla…

«Ponte donde yo te vea

dale ese gusto a mi cuerpo

aunque otra cosa no sea».

Una actuación para el recuerdo…

La primera vez que toqué con Paquete, Bandolero, Yelsy Heredia y Paquetito. Me tuve que emborrachar. Me entra hasta ansiedad de recordarlo porque nunca había cantado temas, yo cantaba flamenco y no entendía el lenguaje de los temas. Ellos daban por hecho que sí y nadie me explicó – mira son ruedas… – me veían capaz. De hecho hay un ensayo del primer día y es la vez que mejor los canté porque no tenía pretensión ninguna y eso era justo lo que Paquete quería, por eso no me explicaba nada. Después con los años lo entendí. Él se fiaba más de mí que yo misma. Cuando me vi allí probando me superaba, me quería ir. Iba con gente a la que admiraba tanto que no me sentía en mi sitio. Después fue muy fluído y no salió tan mal. Era una situación diferente, en la que descubrí una parte muy sensible de mi cante. Se me olvidó alguna letra pero ellos me recogieron tanto que me ayudaron a confiar en mí.

Tu próximo espectáculo…

«Vivir » que es lo que yo he vivido. Es una mezcla de muchas vivencias íntimas y personales pero que creo que todo el mundo tiene esas emociones. Todos somos iguales. Siempre he querido hacer un espectáculo, toda mi vida. De hecho saco una falda que mi madre me hizo cuando tenía siete años y me la va arreglando. Me hace mucha ilusión que la gente vea lo que me gusta, mi creatividad. Lo estreno en el Teatro Flamenco Madrid el día 10 de Diciembre en «Los Lunes Flamencos».

Quiero dar el mensaje de que lo que me pasa a mí seguro que te ha pasado a ti alguna vez. Viene Javier Patino de guitarrista. Manuel Soto, Carmen Merino y Víctor Guadiana, el embajador. Cada uno a su manera me relaja y me da valentía. Son musicazos. Susana Romero hará las luces. Hay algunos aspectos visuales para emocionar también al público por ahí. Yo necesito hacerlo como un cuadro, que esté bonito todo, que haya armonía. Me ayuda a meterme en mi papel, me motiva.

Define Flamenco…

Es una forma visceral de fluir en la vida. Hay muchas formas y ésta es una de ellas. Yo soy flamenca también cuando barro o si estoy estresada y chillo… Bailo desde que tengo tres años. Es lo que tengo cerca de mí, de donde yo vengo. El Flamenco ha estado en mi vida siempre. Mi madre cantaba por Lole y Manuel en casa, mi abuela se levantaba y hacía compás con los cacharros, mis tíos cantaban por fandangos en las reuniones familiares. En casa ha habido baile y cante no profesional. Mi abuelo sí era más aficionado pero no lo conocí. Mi otra abuela era gitana pero por su forma de vida. Mi abuelo lo que sacaba del campo ella lo vendía en la calle. La única que ha elegido el flamenco como profesión he sido yo aunque por lo visto a mi abuelo se lo querían llevar siempre a las fiestas y volvía tres días después. Mi familia es de campo, así que de la parte que más vengo es de la Trilla.

Fotos de Carmen Fernández – Enríquez.