«Siendo pequeña no asimilaba lo que era una Soleá o una Seguiriya, solamente notaba que mi cuerpo se transformaba, los vellos se me ponían de punta. Hoy comprendo lo que era el Arte. El arte de un gitano que estaba haciendo alcayatas para sacar a su familia adelante y al mismo tiempo que hacía las alcayatas cantaba por Martinete, por Seguiriya y por Soleá. Eso es Triana» – Así describía su barrio Amparo Bengala para presentar el espectáculo de la noche del sábado, «Triana y las Tres Mil».

Imposible definirlo mejor. La puesta en escena era exactamente esa. Arte, Compás y Vida de dos barrios sevillanos con una forma muy particular de expresar su sentir. Los hermanos Iglesias al Toque, Torombo al baile, Herminia Borja, Luis Peña y Guillermo Manzano al Cante y Baile, Bandolero a la percusión y Antonio Canales como artista invitado. Una apuesta por la que dar la enhorabuena al Café Berlín, que dentro de su II Festival Flamenco de Club ha subido a las tablas esta diferente propuesta, tan difícil de encontrar sobre los escenarios.

El inconfundible aire festero de sus Bulerías interpretadas por Luis Peña, o los Tangos de la Herminia, se alternan con el Cante por Seguiriya de Manzano al que baila Canales pegando directamente a la emoción, o al baile gitanísimo de Torombo por Soleá. Hacen magia. Ponen de manifiesto el Flamenco desde las entrañas de su origen. La gente, el pueblo, las barriadas, las fiestas, los ratitos en familia. Han llevado al escenario sus patios, sus hogueras, los salones de su casa y han puesto de pie a las doscientas personas que ocupaban la sala sin poder dejar de prestar atención ni un segundo a lo que allí estaba sucediendo.  Entre el público maestros como Pepe Habichuela o Cancanilla que ponía el fin de fiesta en esta ocasión.

Triana, la tres Mil, el Arte, Compás y Vida de unos artistas que ha traído a la capital lo más jondo de sus raíces.

Fotos y vídeo de Carmen Fernández – Enríquez.