Tras el poso que deja la emoción vivida por la posibilidad de pasar un buen rato la mañana anterior entrevistando y disfrutando de la compañía del gran guitarrista Pepe Habichuela, con el que muy pronto vamos a celebrar sus 60 años a la guitarra ( bueno, en realidad llevamos ya días celebrándolo como buena fiesta gitana ), el sábado 30 de Septiembre fuimos dispuestas a hacer doblete.

Era un sábado lleno de posibilidades Flamencas, desde el Backstage de Pablo Rubén Maldonado, La Torre del Flamenco de Vallecas o Juan Habichuela Nieto en Café Berlín, y finalmente nos decidimos por Extremadura, Homenaje a Juan Cantero y la inauguración de la nueva temporada de la Sala García Lorca, Sagas del Cante protagonizadas por el maestro Juan Villar y su sobrina nieta Macarena.

El Teatro José Monleón se llenaba de aficionados con muchísimas ganas de bailar por Tangos y Jaleos para rendir tributo al cantaor Juan Cantero, que estaba pletórico y agradecidísimo a sus compañeros por tan sentimental homenaje. Una buena ristra de artistas extremeños para la primera parte ( Guitarras: Pira, Diego de Paula y Perico de la Paula. Cante: La Chispa, Vicky González, Sandra Fernández, Esther Merino, Pedro Peralta, Fefo, Ismael Solomando, Juan Corrales y Matías de Paula ), que uno a uno fueron dejando su granito de arena cantando al homenajeado con una ilusión desbordante por poder hacerle honores en un teatro de la comunidad madrileña. Una fiesta de amigos que dio lugar a una segunda parte protagonizada por Guadiana con su imponente voz y presencia escénica, Alejandro Vega, uno de los cantaores más representativos de la tierra y el rajo y salvajismo de La Kaita, a la que habríamos estado escuchado horas y que arrancó a bailar al Peregrino, especial donde los haya, con su gracia y su compás tan particulares. No pudo Juan Cantero resistirse y se sumó a la fiesta, acompañado también del toque de Miguel Vargas, con unos cantes y un Fin de Fiesta al que invitó a subir a todos sus compañeros para acabar jaleados por el respetable con gran ovación.

Al terminar y casi sin despedirnos, tomamos rumbo a la Fundación Casa Patas para llegar a tiempo y disfrutar así de los aires gaditanos que la noche prometía. Sin dejar pasar por alto el montadito de jamón que pedimos en la taberna, subimos la escalera y ya empezamos a ambientarnos con la exposición fotográfica del gran Pepe Lamarca sobre diferentes Sagas Flamencas que encajan a la perfección con el ciclo en cartel de la García Lorca para el mes de Octubre.

Una vez allí, Macarena Villar, una de las más artistas jóvenes de esta familia, subía al escenario y abría por Alegrías, siguiendo con Soleá por bulerías, Tangos y Bulerías. Aunque algo nerviosa por la responsabilidad de presentarse en esta sala de la capital, vencieron las ganas y la fuerza con las que se entregó, cantando y bailando, pues no se conformó con cantar únicamente y se dio varias pataítas para dejar claro de donde viene. Tras el descanso, el maestro, no hicieron falta más que tres Cantes, Soleá, Tangos y Bulerías para rompernos por dentro. Juan Villar es uno de los ARTISTAS en mayúsculas, de los que da igual si está mejor o peor de la voz porque transmite sentimientos de una manera instintiva, que hacen que el arte flamenco sea único y genuino. Tío y sobrina fueron acompañados del «Niño Jero» que siempre es una parte fundamental en cada recital que interviene pues no puede una guitarra tener más sabor ni más soniquete. Fin de Fiesta con la invitación de Juan a su amigo Juan Luis y la intervención de nuevo de Macarena.

Con la satisfacción de ver un teatro y una sala llenos hasta la bandera de personas entusiasmadas por disfrutar del flamenco, nos fuimos a casa ya casi con el alba.

Fotos de Carmen Fernández – Enríquez.